El metaverso ya tiene delitoEscrito por tecnonews el 18/10/2022 a las 19:37:251692
Las redes sociales nos han enseñado algo que quizás no hemos aprendido. En el mundo virtual, pese a que nos parezca lo contrario, los delitos que se cometen son tan sancionables como lo son en el mundo no virtual. Insultar a alguien en redes, tiene -aunque no está muy claro que debiera ser así- una repercusión parecida a insultar a alguien por la calle. Acosar a alguien en redes, es parecido a acosar a alguien en la puerta de su casa. Así, la lista podría ser larga.
El problema sucede con el hecho de que no siempre las compañías online ponen remedios para evitar esos delitos y, de hecho, como sucede con la desinformación y como recientemente ha revelado The New York Times en los casos de Twitter y Tik Tok, la incentivan.
Sea como sea, nos estamos acercando a un nuevo paradigma de la red, el llamado metaverso, y ya estamos viendo como la delincuencia en este espacio, no va a detenerse ni los empresarios que lo han creado tienen intención de detenerlo.
Según una investigación llevada a cabo por la ONG SumOfUs, en el metaverso se llevan a cabo violaciones, agresiones sexuales y agresiones físicas de toda índole. Explican los expertos que no tuvieron que ahondar demasiado en la red para darse de bruces con este tipo de delitos.
Y muchos dirán que no son hechos punibles porque suceden sin alteración física de la víctima. Sin embargo, la cosa no termina aquí. Hace algún tiempo la jugadora Maria Grazia, reveló que sintió cómo un jugador manoseaba su pecho mientras llevaba chaleco háptico. ¿Un qué? Se trata de un dispositivo que permite notar el contacto virtual. Otra vez, había un dispositivo en medio de la agredida y el agresor y la justicia dirá que no existe delito por la distancia que media entre ambos. De todos modos, si alguien manosea a una mujer con guantes mientras ella va vestida, estamos claramente ante un delito.
Por desgracia, el metaverso puede convertirse en un territorio sin ley y a meses y años de que la red se extienda, nadie parece querer regularla. |