Indignados 2.0Escrito por Tecnonews el 25/05/2011 a las 22:34:021818
Hacer una editorial no es algo fácil. No por el hecho de que opinar y con fundamentos sea algo demasiado complejo (que también), sino porque a veces nuestra realidad más inmediata no nos da ningún tema acerca del que hablar.
Por fortuna esta pasada semana ha sido movidita y en este caso la ventaja se ha vuelto dificultad y escoger un tema se ha tornado difícil.
¿Las elecciones o el movimiento de los acampados u otra forma nombrados indignados? Desde Tecnonews tomamos la segunda opción por un motivo claro. La política lleva siendo igual desde que nació el parlamentarismo. En cambio esos jóvenes que están en las plazas y puertas de toda España han comprendido la retórica de los tiempos que corren y han convertido las NNTT en su aliado de difusión y debate más importante.
Analicemos pues (tal y como un semanario de tecnologías puede hacer) este movimiento. Muchos dicen que todo huele a mayo… Puede ser. Tal vez este sea un nuevo 68, pero ahora con internet, los móviles y la televisión en formato TDT como parte principales de las manifestaciones. Sin duda este elemento no debe ser obviado pues es en la nueva forma de sociabilización que ofertan redes sociales y telefonía móvil, en lo que se basan las llamadas de los jóvenes a otros jóvenes para finalmente acabar llenando las plazas de las capitales españolas.
Cabe añadir que los jóvenes de esas revoluciones del siglo XX vivían en una sociedad que estaba encaminada hacia el progreso y la instauración total de la cultura del consumo. Los participantes indignados observan su futuro con frustración y no consiguen vislumbrar una mejora en sus vidas. No se confía en los políticos ni en la banca, tampoco en las grandes empresas ni en los medios de comunicación que hacen el juego al poder. Todos ellos, son identificados como causantes de la crisis económica que estamos viviendo.
A día de hoy y a diferencia de lo sucedido en el 68 los jóvenes sólo confían en el nuevo medio de transmisión de ideas: internet. Además hay que decir que esta revolución no pretende cambiar ninguna pauta de conducta transgeneracional como ya sucedió hace más de 40 años. Aquí las plazas son tomadas por padres e hijos que han por fin encontrado un enemigo común: la crisis.
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