La gran confusiónEscrito por Tecnonews el 04/10/2009 a las 20:14:401741
Casi como el título de una película, la mayoría de políticos acaban cayendo en ella. Acostumbran a confundir las percepciones. Confunden lo que ellos creen con lo que la sociedad realmente cree. Nos explicaremos. Para no caer en la crítica a unos políticos concretos, pondremos ejemplos de varios casos. Hace unos días el presidente de la Generalitat Valenciana decía, preguntado sobre el caso Gürtel, que lo que realmente la gente quería era que Zapatero se fuera. El PP no era sólo un partido sino que los valencianos "eran" el PP (Evidentemente lo dijo con palabras más bonitas). Zapatero decía conocer por su parte lo que los españoles demandaban y que él los representaba. En más de una ocasión, tanto ahora como en el pasado, se ha asociado al Gobierno de la Generalitat con Cataluña y los catalanes, tanto por la gente de fuera de Cataluña como por la gente de Cataluña. Esto que pasa con políticos de primer nivel, pasa también a niveles de secretarios generales, directores generales e incluso más acentuado ya que son mediáticamente menos visibles. Sentada esta premisa ya se puede empezar a gobernar haciendo lo que les da la real gana. En primer lugar "aconsejando" de forma que mas parece una amenaza o recriminado estrategias "por el bien del país". Pero también financiando o no fundaciones y empresas arbitrariamente, financiando indirectamente con subvenciones públicas a los partidos, pagar favores con informes innecesarios, planes E de dudosa rentabilidad, financiar entidades sociales por el bien de la "Patria" y de la promoción de la misma y un sinfín de etcéteras. Los votos, con los cuales gobiernan todos los políticos no son, afortunadamente, de propiedad, son un préstamo a cuatro años. Esas prepotencias con que gobiernan durante 4, 8 o más años, se convierten en curas de humildad en la oposición. Y afortunadamente que es así, sino serían auténticas dictaduras. La pena es que muy pocos se salvan de esa quema. Claro que los sistemas de listas cerradas contribuyen a esos desaguisados. Una pena, se imaginan que todos esos esfuerzos perdidos en cosas fútiles se aprovecharan, digamos, en investigación o en nuevas tecnologías... |