La verguenza de la administración públicaEscrito por Redacción TNI el 24/11/2010 a las 00:12:462828
El otro día en una presentación un candidato a las elecciones autonómicas decía que se había pasado en los dos últimos años de 140.000 empleados públicos a 260.000 en Cataluña. Se refería además que esto no era un fenómeno estrictamente catalán sino que en toda Europa se había producido el mismo proceso. Era precisamente debido a esto por lo que Europa (o Fuenteovejuna o el imperio Carolingio como llaman otros) nos tiraba de las orejas.
El gran incremento del gasto público debido al incremento de funcionaros, o empleados públicos, sumado a los gastos de todas las administraciones públicas ofreciendo servicios que no se podían dar o financiando actividades de difícil justificación está lastrando toda la economía del país. Déjennos poner unos ejemplos. Unos genéricos y otros específicos.
¿Cuántos ayuntamientos han construido polígonos industriales a base tan sólo de expectativas? Pasado un tiempo prudencial, no se han instalado empresas y, en el mejor de los casos, se han reconvertido en locales ocio. Pueblos vecinos con poca industria pero con polígonos industriales todos ellos. Cada país o comunidad o municipio da para lo que da, no se puede ser “excelente” en todo.
La administración central del Estado tampoco ha hechos sus deberes. No ha sabido adelgazar lo que debería aun cuando hay ministerios sin prácticamente competencias. Tampoco se pueden hacer tantos estudios de tan difícil justificación. Mírense por favor cualquier resolución de convocatoria de ayudas de cualquier comunidad y verán que estudios se han subvencionado (Si alguien quiere le podemos dar detalles).
En nuestro caso nuestro sector no está exento de estos excesos. Perdón, excesos es una palabra negativa, digamos grandes incrementos de gastos. El Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información CTTI, ha pasado de alrededor de cien personas en el año 2004 a alrededor 400 personas en la actualidad. En una situación normal, no pasa nada pero en la situación actual ese incremento se convierte en exceso. No sólo eso, sino que se podría haber aprovechado mucho más el tejido industrial de las empresas del sector.
Queremos hacer hincapié que la administración central del Estado no ha sabido adelgazar aun cuando hay ministerios sin prácticamente competencias. Las empresas pequeñas cuando no son ágiles en tiempos de crisis, el castigo que pueden sufrir es la desaparición. En las empresas grandes el cese inmediato del equipo de dirección. Saquen las conclusiones para la administración pública. |