Las nuevas tecnologías y el tercer sectorEscrito por Redacción TNI el 03/07/2009 a las 14:49:512218
Las nuevas tecnologías sin duda impregnan la sociedad en todos los aspectos. Desde el individuo hasta las grandes corporaciones, desde las grandes ONG’s (Organizaciones No Gubernamentales) como la Cruz Roja o la Fundación de Bill Gates hasta las pequeñas ONG de barrio que trabajan muy duro con colectivos marginales. Hoy, coincidiendo con que el día 2 la fundación SISOSCAT organiza las terceras jornadas de las nuevas tecnologías y el tercer sector, nos referiremos al mundo, muchas veces olvidado, de las pequeñas ONG’s. La tan cacareada sociedad del bienestar tiene muchas lagunas. El estado, comunidades autónomas y municipios llegan hasta donde pueden y evidentemente se dejan a mucha gente en la cuneta. Es ahí donde aparecen las pequeñas ONG’s que a base de unos cuantos voluntarios se encargan de suplir a las administraciones en todas sus formas. Hay de muchos tipos; paralíticos cerebrales, tercera edad, inmigrantes, colectivos de riesgos de exclusión social, discapacitados, mujeres maltratadas y un largo etcétera de entidades llevadas de forma voluntaria y altruista y casi sin recursos por hombres y mujeres concienzudos de que la sociedad es algo más que un simple juego economicista de números, empresas y “yo y mi mundo”. Estas entidades ya no pueden ni deben hacer cartas a mano o con máquinas de escribir por muy pocos recursos que tengan ni tampoco deben estar desconectadas de la red y es ahí donde intervienen entidades como la Fundación Bip Bip o SISOSCAT, cada una con su procedimiento, preparan y entregan ordenadores reciclados para que puedan agilizar los trámites o también para que los colectivos con que tratan puedan ser “alfabetizados digitalmente” para que no queden marginados. Entidades como Telecos sin Fronteras o Ingenieros sin fronteras o Nuevas Tecnologías para África hacen lo mismo con el tercer mundo. En definitiva no podemos vivir al margen y tampoco basta con que las empresas donde trabajamos inviertan su 0,7%. Nosotros deberíamos dedicar “nuestro” 0,7 % de los ingresos y sobretodo, de nosotros mismos y de nuestro tiempo. Esa debería ser nuestra contribución al estado del bienestar. Dejarlo a las administraciones y a las ONG’s es simplemente la adormidera de nuestra conciencia. Cada uno debería encontrar su objetivo para contribuir. |