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Papel mojado

Escrito por Tecnonews el 05/07/2022 a las 19:04:29
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La Unión Europea ha aprobado nuevas leyes que conciernen a las grandes tecnológicas. A partir de ahora y según la Ley de Servicios Digitales (DSA) ellas serán las responsables de retirar los contenidos, productos y servicios ilegales en sus reinos. Es decir, si un vídeo con contenido violento se cuela en Facebook, será la misma red social la que deberá borrarlos.

 

En este sentido, si los llamados prestadores de servicios o contenidos reciben una notificación del legislador alertando de un contenido ilegal, deberán adoptar medidas "sin demora indebida, teniendo en cuenta el tipo de contenido ilegal que se está notificando". Es decir, la orden dictaminada por las autoridades deberá ser cumplida y de no hacerse de un modo reiterativo, las empresas podrán recibir una multa.

 

Esto que parece una novedad sin precedente es lo que lleva haciendo la red social antes nombrada desde hace tiempo. También lo hacen Twitter o Instagram. Sorprende, pues, este nuevo ataque a estas empresas que sin ser hermanas de la caridad, en muchas ocasiones ya se han autoimpuesto regímenes para evitar la información ilegal.

 

Pero vayamos un paso más allá e intentemos interpretar que hay detrás del anuncio a bombo y platillo de la UE. ¿Realmente se van a preocupar las empresas de contenidos por esta ley? Lo cierto es que no. Desde hace tiempo, Facebook, por ejemplo, tiene miles de trabajadores y un algoritmo para detectar contenidos maliciosos o que desinformen. En caso de recibir una notificación, borrarán el contenido, sin dudarlo.

 

En realidad, detrás de la legislación está la imposibilidad de las autoridades de acabar con el problema de los contenidos maliciosos. ¿Cómo controlará Europa los millones de publicaciones que cada día se suben a la red? La única forma de control es hacer que el algoritmo de estas plataformas sea público. Así entenderíamos por qué los bulos tienen mayor impacto que las noticias reales o por qué la extrema derecha tiene tanto seguidismo en las redes sociales. Si el algoritmo fuera público lo sabríamos.

 

Por otro lado, esta ley solo es un golpe a la libertad de expresión, una forma de culpar al mensajero, lo que en muchas ocasiones es responsabilidad de quién escribe el mensaje. Algunas organizaciones, como la defensora de los derechos digitales Xnet afirman que gran parte de las llamadas fake news, nada tienen que ver con cuentas rusas o cuentas de ciudadanos anónimos. Detrás de ellas están los partidos políticos e incluso las mismas instituciones que con tanto ahínco piden regular la red.





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