Actualizado el 19/11/2024

icon Facebook icon Twiiter icon RSS icon EMAIL
  1. Portada
  2. >
  3. Editoriales
  4. >
  5. Poca autocrítica

Poca autocrítica

Escrito por Redacción TNI el 03/07/2009 a las 14:49:50
1644

En general los políticos tienen poca capacidad de autocrítica. La pasada semana se celebro la Nit de les Telecomunicacions. El acto reunió al sector de toda España. Naturalmente los políticos tuvieron su minuto de gloria que aprovecharon para explicar las bondades de su gestión y lo bien que íbamos y sobretodo lo bien que iríamos. España, en materia de tecnologías de la información no ocupa el lugar que debería según su potencial económico. Los indicadores de tecnología indican que en España estamos posicionados en el lugar 21 y si consideramos otros rankings de innovación estamos por el 30. Esto, se mire por donde se mire no es ir bien. Seguramente las montañas rusas que sufre nuestro país en cuanto al paro, tienen mucho que ver en la poca aplicación de las tecnologías de la información en las empresas que las hace menos competitivas y mucho más vulnerables a los movimientos económicos mundiales. ¿De quien es culpa? Pues de todos un poco. De las ciudadanos, de la forma de vivir que tenemos en este país (nos movemos mucho y avanzamos poco) y de las administraciones y administradores que tenemos (muy acorde con lo que somos). Por todo eso sorprende que ese minuto de gloria se aproveche para decir lo bien que lo hacemos en vez de decir lo que deberíamos enmendar. Necesitamos crear un nuevo tejido empresarial basado en el conocimiento que sustituya al obsoleto tejido industrial. Necesitamos unas infraestructuras modernas que haga que nuestros servicios electrónicos sean rápidos y eficaces. Necesitamos motivar a los jóvenes para que estudien ingenierías ya que es la única forma de que, con el ingenio, las empresas sean más eficientes, generen nuevos productos y servicios y sean más competitivas. Necesitamos motivar el espíritu empresarial. La sociedad necesita personas que se  arriesguen y creen sus propias empresas (Por cierto llamemos a las cosas por su nombre, necesitamos empresarios y no emprendedores) ya que esta será la única forma de generar nuevo empleo que sustituya a las fábricas antiguas. Nos da la sensación de que la administración está muy anclada en el pasado mirando como solventar sólo los problemas de las fábricas sin plantearse las necesidades futuras. Cierto es que se ha de dar una cobertura social a los trabajadores de las viejas fábricas, pero no debemos olvidar que hay también muchas fábricas de nuevos productos y nuevas tecnologías en que la “mano de obra” ya no es mano sino cerebro. Uno de los ejemplos más claros de esta nueva visión fue la desarrollada por Finlandia que en los 90 estaba al borde del colapso debido a la caída de la URSS, y se superó a si misma con una apuesta directa hacia las nuevas tecnologías.   Pasaremos tiempos difíciles pero es necesario una inversión clara en innovación (que no es lo mismo que complementar con  ese dinero el salario de los investigadores) para salirnos de esa montaña rusa en que estamos anclados.