Última versiónEscrito por tecnonews el 29/04/2014 a las 21:23:463157
Versión 29.
Los más fervientes defensores del cambio dirán que se trata de la ley del mercado, hay que estar a la última para poder competir en la jungla del capital. No deja de ser cierto, sin embargo son las propias empresas las que generan esta misma obsolescencia competitiva que las hace renovarse a un ritmo frenético. ¿No sería mejor cambiar de buscador cada año o cada dos y encontrarse una nueva versión ampliamente testeada y sin errores? Lo mismo sucede en otro sector más destacado si cabe. La firmas dedicadas a la venta y producción de dispositivos móviles, renuevan su prototipos según una estricta lógica anual. Por más inri, cada año nos arengan, casi obligan, a asistir impávidos ante la nueva máquina revolucionaria, ante aquel artilugio que cambiará el mundo de la telefonía móvil y nuestras vidas. Cierto es que de esta forma han surgido grandes inventos y desarrollos en los últimos años y cierto es igualmente que empresas como Apple o Samsung son los verdaderos adalides del progreso tecnológico. Lo problemático es cuando esa rutina de cambio tras cambio, sólo asumible por grandes corporaciones, contamina toda nuestra estructura empresarial. ¿Realmente es ese modelo el que queremos para nuestra economía? Lo cierto es que cuando vemos que empresas que funcionan, malgastan sus beneficios aplicando cambios sin sentido, nos damos cuenta de que la cultura del cambio sólo tiene lógica para cuatro compañías contadas y recontadas. |