Un triste casoEscrito por Tecnonews el 28/05/2019 a las 22:19:522514
Una mujer que trabajaba en una empresa de automoción se ha suicidado tras la difusión masiva de un video en el que aparecía en escenas sexuales. La compañía madrileña cuenta con 2.000 empleados y el video se difundió entre gran parte de sus compañeros a través del teléfono móvil. La mujer con dos hijos no pudo soportar la presión y acabó por quitarse la vida. El vídeo fue grabado hace cinco años y era ahora cuando la víctima empezó a sufrir las burlas de sus compañeros de trabajo. Además, la empresa no ayudó a la víctima y ésta, en situación de desamparo no encontró otra solución que el suicidio.
El caso nos demuestra la cara más oscura de las Nuevas Tecnologías. Esa que permite que un video íntimo sea difundido con fines delictivos y lo sea de forma masiva. Pero como siempre la pregunta es la misma: ¿Podemos achacar a las Nuevas Tecnologías el funesto suceso? Lo cierto es que la noticia demuestra la parte de más oscura de la condición humana, pero también pone ante el espejo la capacidad de causar dolor que tiene. Está bien que asumamos que lo verdaderamente importante en este caso es entender cuan capaces son los seres humanos de reproducir un contenido aun sabiendo que eso ataca la privacidad de una persona y puede causarle un daño irreparable, sin embargo también debemos ser capaces de ver que sin las Nuevas Tecnologías es probable que la mujer no se hubiese suicidado. La tecnología es un amplificador de las actitudes humanas. El que grita tiene un altavoz en las redes sociales, el que insulta puede hacerlo en cualquier foro, y como en la situación que estamos describiendo, el que quiere reírse de alguien por unas escenas sexuales puede hacerlo sin freno. |