Una guerra líquidaEscrito por tecnonews el 10/01/2017 a las 18:52:263427
Las elecciones estadounidenses no dejarán de darnos titulares en mucho tiempo. La última bomba informativa, la posible manipulación de Rusia en los comicios electorales de la primera potencia mundial.
Según las agencias de inteligencia norteamericanas, el presidente ruso, Vladimir Putin ordenó ciberataques contra la candidatura del partido demócrata y contrató a usuarios que debían lastrar la confianza de la candidata Hillary Clinton.
Para el bando ganador se trata de excusas de los perdedores para no aceptar su derrota. En cambio, la oposición afirma que la injerencia rusa en las elecciones estadounidenses es una vergüenza para el país.
Tal y como informan muchos medios cuando parece bastante obvio que Putin tiene algo que decir en la victoria de Donald Trump, estamos en una ciberguerra. El problema, tal y como informaba eldiario.es, es saber cuándo empezó la batalla. Hace años que los ciberataques tratan de minar la moral de los enemigos en una guerra en la que los contrincantes han quedado difuminados. A veces se trata de un país contra otro, en otras ocasiones de un gobierno contra su propia población, en otros instantes son determinados grupos de interés privados los que atacan a un gobierno y así sucesivamente estableciendo un número muy elevado de combinaciones. Lo que queda claro es que estamos en medio de una guerra en la red que lleva tiempo gestándose y de la que apenas nos habíamos dado cuenta.
En relación a la furibunda ira que parecen tener los demócratas estadounidenses por la implicación de Rusia en el resultado electoral, solo podemos decir que está mal que Estados Unidos lleve amañando elecciones por todo el mundo desde la II Guerra Mundial y ahora se queje porque han amañado las propias. Recibirás los que das.
Por otro lado y cuando esta semana murió el famoso sociólogo de origen polaco, Zygmunt Bauman, reconocido por haber desarrollado el concepto de Sociedad líquida, las guerras hoy en día parecen adaptarse perfectamente a este patrón. Cada vez más invisibles porque se pelean en la red, con drones y donde la mejor arma para mermar al enemigo es la mentira; así nos matamos en el siglo XXI. |