“Señor Watson, venga aquí, quiero verle”. Son las palabras que pronunció Alexander Graham Bell el 10 de marzo de 1876 al realizar la primera llamada de teléfono bidireccional de la historia. El receptor fue su asistente Thomas Watson, quien se encontraba en una habitación contigua. Desde ese mismo momento se hizo realidad la posibilidad de comunicarse a distancia por voz con otra persona a través de un aparato; un hecho que ha construido los cimientos de la actual sociedad de las redes de información.
Después de esta primera llamada tan rudimentaria, nadie podía ser consciente del enorme alcance que iba tener esa tecnología que hoy en día tiene la forma del smartphone que nos acompaña a todas partes:
Reproducir contenido en streaming
En los últimos años se han popularizado los servicios de contenido multimedia en streaming, convirtiéndose en una forma de ocio y relajación imprescindible tras largas jornadas de trabajo. Y lo único que necesitas es un dispositivo de reproducción como el teléfono y una buena conexión a internet.
Pagos y gestión de finanzas
El inventor del teléfono ya no tendría que perder el tiempo en ir a comprar cachivaches para construir su siguiente aparato o poner en marcha una investigación. Con el propio smartphone tendría la posibilidad de hacer su pedido online, pagarlo y recibirlo a domicilio con gran celeridad. Además, podría controlar el dinero de su cuenta bancaria en todo momento, hacer transferencias siempre que necesitara pagar la concesión de una patente e invertir en sus valores preferidos de bolsa.
Encontrar pareja por Internet
La vida de un inventor es intensa y no deja tiempo libre para hacer nuevos amigos o conocer a la pareja ideal. Hoy en día, Graham Bell dispondría de un montón de aplicaciones móviles para solteros donde lucir sus mejores fotos y compartir sus últimos experimentos para llamar la atención de su pareja ideal.
Realizar apuestas en directo
En el siglo XIX no era posible apostar quién iba a ser el primero en realizar una llamada. De haber existido las casas de apuestas online y los smartphones, Graham Bell hubiera conseguido una auténtica fortuna al instante y hubiera sembrado la decepción entre los aficionados del inventor rival.
Manejar el hogar inteligente
¿Qué habría sido del pobre señor Watson si Graham Bell tuviera un hogar inteligente? Con tan solo conectar el smartphone a la red doméstica, el inventor del teléfono podría encontrar todo el soporte necesario para sus investigaciones gestionando los distintos dispositivos conectados de la casa: recibir información a través del asistente de voz, moderar la iluminación, cambiar la temperatura del estudio, ordenar la limpieza al robot aspirador e incluso pedir comida por Internet. Eso sí, para sacarle el mayor partido a la tecnología aplicada a la domótica es imprescindible contar con una conexión a Internet potente, rápida y estable.
En este sentido, devolo, el experto en redes domésticas, lleva años desarrollando soluciones integrales Powerline para mejorar la accesibilidad de Internet en los hogares y permitir el uso de dispositivos conectados desde cualquier rincón. Por medio de sus kits de adaptadores es capaz de llevar la señal de Internet a través del cableado eléctrico de la casa, de manera que cualquier enchufe se convierte en un punto de acceso para disfrutar de una conexión WiFi veloz en cualquier lugar. Además, el último y más novedoso producto de la compañía, devolo Magic, incorpora la innovadora tecnología WiFi Mesh, que permite crear una red única inteligente para proporcionar al usuario libertad total y que los dispositivos móviles estén permanentemente conectados con la mejor cobertura y velocidad.
Con vistas a los avances del futuro, devolo centra sus esfuerzos en seguir desarrollando soluciones tecnológicas que sorprenderían al mismísimo Alexander Graham Bell, y que consigan facilitar la vida de las personas adaptándose a las necesidades del hogar inteligente del mañana.