Amazon ha recibido la aprobación por parte de la FCC estadounidense (Comisión Federal de Comunicaciones, por sus siglas en inglés) para enviar al espacio y desplegar los 3.236 satélites que, en órbita baja no-geoestacionaria, proporcionarán conectividad a Internet alrededor del mundo, según informa SpaceNews.
La compañía ya contaba con una autorización previa, de 2020, pero pendiente de presentar un plan actualizado para la mitigación de los residuos orbitales generados por su iniciativa. Dicho plan ha sido presentado y aprobado por la misma FCC.
La vida útil de estos satélites será de siete años, tras lo cual deberán ser reemplazados, momento en el cual entra en funcionamiento el mencionado plan de mitigación de los residuos orbitales. Asegurarse de que los satélites decomisionados están fuera de órbita es imprescindible para evitar que choquen con la Estación Espacial Internacional entre otros satélites artificiales que orbitan alrededor de nuestro planeta.
A finales de 2022, Amazon reveló que los dos primeros satélites del Proyecto Kuiper se dirigirán al espacio a bordo del primer vuelo del nuevo cohete Vulcan Centaur, de la compañía estadounidense United Launch, para cuyo lanzamiento todavía no hay una fecha fijada, aunque si las pruebas van como es debido, se realizará en los próximos meses.
De esta forma, Amazon entrará, a través de su filial Kuiper (que es la que se encargará de desplegar los satélites homónimos), en competencia directa con la red Starlink de SpaceX, la compañía fundada y dirigida por Elon Musk, y dedicada a la misma finalidad.
No serán los únicos servicios que ofrezcan conectividad de banda ancha a Internet vía satelital en cualquier parte del mundo, pero sí los más conocidos.
La principal ventaja de la conectividad satelital a Internet, es que esta puede cubrir zonas remotas y de difícil acceso, las cuales no sale a cuenta cubrir con tecnologías convencionales, como el cable de cobre o de fibra óptica, o incluso el WiMAX o tecnologías similares.
Su inconveniente es que requiere de la colocación de antenas a cielo abierto, pero con un dispositivo muy simple como un router, podemos convertir la conexión satelital a Internet en utilizable por parte de ordenadores, tablets y smartphones entre otros aparatos.