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Analizamos el smartphone rugerizado Crosscall Stellar-X5

Escrito por Guillem Alsina el 25/02/2025 a las 19:50:32
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Cuando sopesamos la posibilidad de adquirir un nuevo terminal, pensamos habitualmente en marcas de fabricantes orientadas a consumo, con cámaras que cada vez ofrecen mayor número de píxeles, funcionalidades de inteligencia artificial (el último grito…), o interfaces de usuario personalizadas y aplicaciones preinstaladas de redes sociales y servicios online, pero puede ser que estemos equivocados y lo que necesitemos en realidad sea un terminal resistente, que pueda enfrentarse con solvencia a los devaneos del día a día en entornos hostiles.


Perfiles como practicantes de deportes de aventura (aunque los que van a gimnasios, por ejemplo, también pueden incluirse), trabajadores que realizan su actividad profesional en sitios proclives a que los dispositivos puedan sufrir caídas, golpes, o el efecto de polvo o líquidos, o, simplemente, amantes de la naturaleza por citar algunos, son susceptibles de adaptarse mejor a un teléfono resistente, enfocado a colectivos profesionales (como trabajadores de obras, plantas petroquímicas, etc), o a operar en plena naturaleza y sujetos a los percances típicos de dichos entornos: agua, polvo, golpes, o incluso productos químicos.


El Crosscall Stellar X5 es uno de estos terminales pero, antes de entrar en materia…


¿Qué es Crosscall?


Es, precisamente, la marca fabricante francesa especializada en terminales que cumplen con la finalidad de dirigirse a un público profesional o que gusta de utilizar su terminal en entornos exigentes.


Si el principal peligro que corre el terminal de un usuario consumidor final es que este se lo pueda olvidar en algún lugar público, y cuya seguridad se dirige a que no sea robado y, en caso que caiga en malas manos, que dicha persona no pueda acceder a sus contenidos, en el caso de los aparatos Crosscall, están eminentemente pensados para aguantar los vaivenes de un lugar de trabajo o entorno potencialmente agresivo con el terminal, además de garantizar la seguridad de los datos y la agilidad de las comunicaciones en los usos profesionales.


No obstante, no hace falta ser un profesional para adquirirlos, o un reputado deportista de aventura, puesto que se venden en tiendas. Precisamente, la filosofía de Crosscall es acercar este tipo de terminales a los usuarios finales. Pese a que no constituyen habitualmente la primera opción de compra, porque tampoco se conocen, pueden encandilar a más de uno gracias a un diseño que los aleja del tradicional terminal rugerizado.


Esto lo hace con una serie de smartphones, además de un tablet, y un conjunto de accesorios que permiten sacarle todo el jugo a dichos dispositivos, tanto para el trabajo, como para el ocio, como para el día a día.


El Stellar X5


En el momento de describir estas líneas, este es el terminal estrella de la marca, el ‘top’ de la gama, que ofrece las mayores prestaciones en materia de hardware. Está basado en un SoC Qualcomm QCM5430 FP2, el cual contiene una CPU Kryo 670 con ocho núcleos (cuatro A78 a 2,1 GHz y cuatro A55 a 1,8 GHz). Este chip está pensado para equipos de gama media de la IoT, y ofrece un compromiso entre rendimiento y autonomía, estando preparado para comunicaciones 5G.


A este SoC lo acompañan 8 GB de memoria RAM, suficiente para cualquier uso en nuestro día a día, y 128 GB de espacio de almacenamiento, de los cuales tenemos algo más de 100 GB para el usuario tras ponerlo en marcha.


La pantalla es una IPS de 6,497 pulgadas que ofrece una relación de aspecto 20:9 y que es capaz de trabajar a 60 y 120 Hz de frecuencia, realizada en Gorilla Glass Victus2 y que cumple con el estándar IK05 (puede resistir impactos con una energía de hasta 0,7 joules lo que significa que puede aguantar sin romperse golpes accidentales con herramientas ligeras, o caídas desde alturas cortas como una mesa).

 

El Crosscall Stellar X5


Packaging


Elegante para un terminal de trabajo, Crosscall entrega el Stellar-X5 en una caja toda negra que, en su parte frontal y laterales, indica discretamente el modelo, y en su parte trasera presenta un explícito serigrafiado de las principales características del dispositivo, sus especificaciones. Se indica, por ejemplo, la capacidad de la batería, o las características de la cámara de fotos. La firma ha decidido hacer del packaging una herramienta más de utilidad para conocer qué es lo que esconde en su interior.


Cuando abrimos la caja, encontramos el teléfono, el manual de instrucciones (que incluye la pieza metálica para abrir la trampilla de la bandeja para las tarjetas SIM, de las que admite dos), el cable USB-C a USB-C (por cierto, atado con una cinta que creo es de silicona, y que es muy práctica para guardarlo y llevarlo de viaje), y una pieza de plástico que facilita la sujeción del terminal a los accesorios presentes y que puedan salir al mercado en un futuro de la mano de la misma firma.


Diseño


La verdad es que servidor esperaba encontrarse con un aparato con un aspecto más “militarizado”, me explico: cómo quedaría un terminal normal con una carcasa externa rugerizada que abulte bastante. Y lo digo por experiencia, porque acostumbro a proteger mis terminales con una de estas.


No es que el Stellar X5 no sea algo más abultado que los terminales normales, pero su carcasa es más lisa, sin muchas de las formas que incorporan carcasas externas de terceros proveedores para terminales simples. Eso también lo hace más elegante y, por lo tanto, más discreto para su uso en el día a día o en ambientes deportivos, más que industriales, o bien en entornos profesionales en los que se deba pasar de un entorno exigente a uno más elegante, como con los arquitectos entre otros colectivos profesionales.

 

Visión lateral del Stellar-X5


Un detalle que me ha sorprendido es que la isla de la cámara trasera no esté más hundida respecto al resto de la parte trasera, aunque queda protegida por un cristal suficientemente grueso, y por un reborde que sobresale ligeramente.

 

Primer plano de la isla de cámara


El borde que protege la pantalla tampoco es muy alto, a diferencia también de las fundas protectoras para smartphones, comparación ineludible para cualquier usuario, aunque la protección integrada en el mismo cristal de la pantalla hace, en principio, innecesaria esta otra protección en los bordes.


En la parte inferior, encontramos el puerto USB-C de carga y conexión, el cual se encuentra protegido por una tapa de silicona que impide la entrada de líquidos y polvo, mientras que en el lateral derecho encontramos, de arriba a abajo, los botones de subida y bajada del volumen, el de encendido, y el botón programable número 2, con el botón programable número 1 en el lateral izquierdo, junto a la bandeja de la SIM.


Los botones programados podemos definirlos para que se active una funcionalidad con un toque largo, o bien otra con tres toques cortos e, incluso, definir la duración del toque largo, con lo que tenemos cuatro accesos directos a funciones determinadas.

 

Pantalla de definición del rol de los botones programables

Pantalla de definición del rol de los botones programables.


De forma preprogramada, el de la izquierda nos permite acceder a la linterna con tres toques cortos, y a la app de walkie talkie X-TALK (hablaremos de ella después) con una pulsación prolongada, mientras que para el otro botón, los tres toques cortos nos conducen a la llamada de emergencia, y la pulsación prolongada a la app de cámara (X-CAM).


En la parte superior solamente vemos un agujero de micrófono.


Pero, sin lugar a dudas, el elemento que más sorprende se encuentra en la parte posterior del terminal, y consiste en una serie de círculos concéntricos metálicos, y que conforman lo que ya a primera vista, parece un conector por contacto.


Parte posterior; nótese el conector especial


Con esta explicación y la correspondiente imagen que la acompaña, podríamos imaginarnos que se trata de la implementación “a la vista” que Croscall hace de la bobina de carga inalámbrica, pero este es un puerto que va más allá y que permite conectar el teléfono a la base especial que también hemos incluido en este análisis, al final de todo.

 

Detalle del conector posterior


Pantalla


Más que sus especificaciones, diré que con el uso diario me ha parecido una pantalla digna de un gama media. No va a destacar por lo que respecta a brillantez y espectacularidad de los colores en tareas como, por ejemplo, videojuegos o reproducción de vídeo, pero debemos pensar en otros términos, acorde con el terminal: comodidad y practicidad.


Supongo que es debido al material que lo protege ante golpes (la pantalla es una LCD IPS), pero cuando exponemos la pantalla a la influencia directa de la luz solar, según el ángulo, es más difícil ver bien los contenidos que presenta, incluso cuando desactivamos la opción de brillo adaptativo, presente en cualquier terminal y que regula el brillo de la pantalla según la luz que capta el correspondiente sensor. En entornos de total oscuridad, la visualización de la pantalla es totalmente correcta, clara y cómoda.

 

Una instantánea de la pantalla bajo la influencia directa de la luz solar


Por lo que respecta a la reproducción de vídeo, esta es muy fluida, incluso si cargamos vídeos en 4K (he realizado varias pruebas con vídeos en esta resolución de YouTube, y alguna película debidamente cargada), pese a que se nota el Talón de Aquiles de unos colores no excesivamente vivos (aunque correctos, todo cabe decirlo).


Digamos que la pantalla cumple, lo hace con buena nota (mejor incluso de lo que cabría esperar para este tipo de terminal), pero se queda en un equivalente a la parte baja de la gama media de los terminales de consumo.


Si la respuesta táctil es correcta, mención aparte merece la funcionalidad de manejo de la pantalla con guantes, un problema que creo debe ser común a todos los usuarios en invierno: manejar el teléfono con los guantes puestos es imposible. Pues bien, el Stellar-X5 incorpora una funcionalidad (activable mediante software a través del menú desplegable desde la parte superior de la interfaz) que permite manejar la pantalla táctil con unos guantes calzados.


Me ha funcionado muy bien en el caso de guantes de piel, mientras que en los de tela me ha funcionado bien en los gestos de arrastre, pero me ha costado un poco más algunas veces cuando he tenido que pulsar sobre esta. Tal vez sean los guantes concretos que he utilizado (unos de lana con aislamiento Thinsulate de hace unos cuantos años) pero, en cualquier caso, coger -o declinar- una llamada, o desbloquear el terminal para consultar algo como una dirección, la agenda, o una ruta en Google Maps, sin tener que descalzarnos los guantes, es posible con este dispositivo.


Y, ahora, el bonus: dicha funcionalidad me ha funcionado una vez la he desactivado del menú e, incluso, he probado a resetear el terminal para ver si era algo pasajero, y no, podemos utilizarlo con guantes en cualquier momento, olvidándonos del software.


La pantalla es visible cuando sumergimos el terminal bajo el agua, pero se desactiva el apartado táctil, por lo que no podremos interactuar con el teléfono a través de la pantalla, algo para lo que tendremos los botones físicos programables antes comentados.


Cámaras


Si bien uno puede presuponer que en un terminal de este tipo, su cámara no iba a ser precisamente la mejor, sus resultados me han dejado gratamente sorprendido. Evidentemente, su sistema de cámaras no está pensado para batirse el cobre con terminales de gama muy alta para el mercado de consumo como los Samsung Galaxy S, Google Pixel, Honor Magic, o Oppo Find, pero hace un papel muy digno. La dotación de hardware consiste en un sensor de 50 Mpx que capta 80 grados, y un ultra gran angular de 13 Mpx con 120°.

 

Instantánea captada con el Corsscall Stellar-X5, sin Zoom

Instantánea captada con el Corsscall Stellar-X5, sin Zoom. Click para ampliar.

La misma imagen, captada con un Google Pixel 8 Pro, para comparar. Click para ampliar.

La misma imagen, captada con un Google Pixel 8 Pro, para comparar. Click para ampliar.


Lo primero que me ha sorprendido gratamente es la velocidad de enfoque, muy rápida, algo que será muy práctico para los amantes de los deportes de aventura. No es la cámara indicada para captar todo el esplendor de los momentos que pasan en una fracción de segundo en estas actividades (para lo cual, lo idóneo es un terminal de gama muy alta o, mejor todavía, una cámara de fotos/vídeo profesional), pero es suficientemente solvente en este aspecto.

 

Zoom aproximadamente al 50%. Clic para ampliar.

Zoom aproximadamente al 50%. Clic para ampliar.

Misma imagen tomada con un Google Pixel 8 Pro, para comparar. Clic para ampliar.

Misma imagen tomada con un Google Pixel 8 Pro, para comparar. Clic para ampliar.


Esta rápida velocidad de enfoque se hace patente también en el vídeo, y llega a superar a terminales de gama alta que he tenido en mis manos. Y, hablando de vídeo, dispone de un modo de cámara lenta, una funcionalidad que muchas veces solamente se encuentra disponible en terminales de una gama superior.

 

Zoom al máximo

Zoom al máximo. Clic para ampliar.

Pese a que el Pixel 8 Pro tiene una mayor capacidad de zoom, hemos querido realizar una comparación similar.

Pese a que el Pixel 8 Pro tiene una mayor capacidad de zoom, hemos querido realizar una comparación similar. Clic para ampliar.


Los problemas, me los he encontrado con fotos nocturnas en exterior (en interior, me ha dado mejor rendimiento en habitaciones en penumbra), ya que le falta contraste.

 

Foto en exterior al atardecer

Foto en exterior al atardecer. Clic para ampliar.

Foto de comparación, realizada con un Google Pixel 8 Pro en las mismas condiciones de iluminación.

Foto de comparación, realizada con un Google Pixel 8 Pro en las mismas condiciones de iluminación. Clic para ampliar.


El Stellar-X5 puede realizar fotografías y vídeo bajo el agua, pero como antes ya he comentado que, al sumergirlo, desactiva la pantalla táctil, deberemos configurar uno de los botones por hardware programables por el usuario para desempeñar la funcionalidad de disparador de la cámara.

 

Fotografía nocturna con el Stellar-X5

Fotografía nocturna con el Stellar-X5. Clic para ampliar.

Fotografía de comparación con un Google Pixel 8 Pro.

Fotografía de comparación con un Google Pixel 8 Pro. Clic para ampliar.


De hecho, y desconozco si así viene por defecto en todos los terminales, pero en el que he tenido de pruebas, uno de los botones laterales ya contaba con la aplicación de cámara X-CAM configurada.

 

Selfie tomado con la cámara delantera del Stellar-X5.

Selfie tomado con la cámara delantera del Stellar-X5. Clic para ampliar.

Imagen de comparación realizada con la cámara delantera de un Google Pixel 8 Pro.

Imagen de comparación realizada con la cámara delantera de un Google Pixel 8 Pro. Clic para ampliar.


Dicha app también posee una funcionalidad singular, la de Dashcam, que podemos configurar para que grabe vídeos de 30 segundos (por defecto) o de 60 segundos. Cuando la seleccionamos, dicha funcionalidad rebaja ligeramente el brillo de la pantalla, por lo que entiendo que estará pensada para poder utilizar el teléfono como dashcam para un coche, con el soporte adecuado.


No obstante, para dicho uso, no me cuadra que se tenga que activar manualmente la opción de grabación, y aunque los usuarios más avispados puedan encontrar formas de activarla mediante un mando a distancia adosado al volante, u otras, no me parece práctico.


La opción de Timelapse es otra que también se encuentra presente en una app que, por lo demás, es muy completa. Y la funcionalidad X-STORY nos permite crear un vídeo recopilatorio con las instantáneas y vídeos que hemos tomado.


Sonido


Este no va a ser precisamente el terminal que utilicemos para amenizar una fiesta, puesto que la calidad de su altavoz inferior (mono, por lo que he podido ver) es más que cuestionable. También es cierto que seguramente es lo último que pensaremos en utilizar este dispositivo, y que su diseño sufre del handicap de tener que proteger el altavoz del ingreso de agua (algo totalmente coherente con la filosofía de la firma y el objetivo del terminal), por lo que tampoco podemos tener muy en cuenta su calidad.


En cualquier caso, podemos conseguir un volumen de sonido notorio, pero sin mucha calidad, aunque es más que suficiente para poner una llamada en manos libres. Su volumen alto, nos permitirá alejarnos del teléfono mientras trabajamos y seguimos conversando con nuestro interlocutor.


Aquí, el apartado de audio con el altavoz está pensado, sin lugar a dudas, para cubrir el expediente en llamadas y videoconferencias profesionales.


Autonomía


En este apartado, el Stellar-X5 debe recibir una muy buena nota, pues con un uso normal, regular, nos aguantará cómodamente todo el día e, incluso, si lo apagamos por la noche, cuidamos el brillo de su pantalla y nos contenemos en su uso, lo podemos alargar sin muchos problemas a los dos días, llegando con un margen a la noche del segundo.


La velocidad de carga es su Talón de Aquiles, pues una carga de 0 a 100% tarda más de dos horas.


Vía software, y a través de la configuración de Android, disponemos de dos opciones para optimizar la batería: en primer lugar, el ahorro de batería, que deshabilita los indicadores luminosos para las notificaciones, el NFC y baja el brillo de la pantalla y, por otra parte, el optimizador de la vida de la batería, que limita la carga de esta al 80%.


Rendimiento


No voy a aburrir con los números de alguno de los varios tests empleados para probar este tipo de dispositivos, aunque sí voy a explicar de manera muy sucinta mi experiencia e impresiones con el terminal.


El rendimiento es el que le podemos pedir a un smartphone actual de la parte alta de la gama media, trabajando con fluidez tanto con vídeo como con documentos. He trabajado durante unos cuantos días con él editando documentos en Google Docs, y también utilizándolo como equipo desktop (ver sección Entorno de escritorio, más adelante), y el rendimiento ha sido, en todo momento, impecable, permitiéndome trabajar de forma fluida.


Interfaz y aplicaciones


Valga decir que la personalización del Android de este terminal sobre el stock Android de Google es inexistente, consistiendo simplemente en la adición de algunas aplicaciones presinstaladas por la fabricante, y a una imagen propia de fondo de pantalla.


Desde Crosscall hacen hincapié en que la experiencia Android de sus terminales es la stock, y que la disponibilidad de parches de seguridad durante un periodo muy dilatado de tiempo, además de algunos extras en este sentido, es su valor añadido en esta área.

 

Así luce la interfaz stock Android del Stellar-X5

Así luce la interfaz stock Android del Stellar-X5


Por lo que respecta a las aplicaciones de factura propia que la firma gala ha incluido preinstaladas, empezaremos por Mi Cuenta, ya que permite que otras como X-CAMP puedan funcionar, puesto que hay que validarse con una cuenta Crosscall, que podemos dar de alta con nuestra dirección de correo electrónico, o bien con una cuenta de Facebook (aquí se echa de menos la opción de darse de alta con una cuenta de Google, para utilizar la misma que en el teléfono).


X-TALK es una app de walkie-talkie que nos permite hablar con otras personas con tan solo pulsar un botón de nuestro aparato, igual como lo haríamos con una radio de corto alcance. También podemos instalarla en teléfonos de otras marcas, en ecosistemas en los que deban convivir dispositivos de distintos fabricantes, pero solamente desde un dispositivo Crosscall podremos crear un grupo.


Obviamente, esta app se dirige a los profesionales que deben trabajar en grupo y coordinarse, lanzando mensajes de voz que deban escuchar todos los miembros del equipo de forma simultánea, o realizar conversaciones grupales.


X-STORY facilita la creación de vídeos mediante un asistente. Básicamente, nos permite añadir varios vídeos de los que seleccionaremos las partes que nos interesen, y dotar al conjunto de una música pegadiza, de las que la misma aplicación ya incluye varias.


X-CAMP es una app pensada para ofrecer servicio a la comunidad de usuarios de estos terminales (y no exclusivamente, pues podemos instalarla en terminales de otras marcas) para que los distintos usuarios puedan dar opiniones, compartir experiencias, formular preguntas, e incluso comprar o revender dispositivos. Una verdadera red social, en definitiva, pero delimitada a la firma, para crear comunidad.


X-CAM es la app de cámara que, cómo principal punto de interés, incluye la funcionalidad Hyperstab que permite bloquear la horizontalidad de los vídeos durante la grabación mejorada, y el modo subacuático que desactiva la pantalla táctil para permitir tomar fotos y vídeos sumergidos o bajo la lluvia mediante los botones programables.


X-Sensors es una curiosa app que nos da acceso a los datos que procesan los sensores de que dispone el terminal: brújula (en determinados momentos, nos solicitará hacer unos gestos con el aparato para calibrarla), acelerómetro (que nos indica las aceleraciones en G’s en los tres ejes), GPS (latitud, longitud, altura y precisión), proximidad, brillo, potencia de la señal Bluetooth y Wi-Fi, y la información de consumo de la batería.

 

Información de redes de X-Sensors

Información de GPS de X-Sensors

Información del acelerómetro de la app X-Sensors

Información sobre la brújula de X-Sensors


Es una app que será práctica, sobre todo, por la información del GPS y la brújula para aquellas personas que hagan deportes de aventura y senderismo, mientras que la potencia de las radios será útil para los usuarios más técnicos.


Como su nombre indica, Actualización inalámbrica es una app que permite detectar las actualizaciones del sistema y los parches de seguridad que libera la compañía, descargarlos e instalarlos, incluso programando la instalación.


Entorno de escritorio


Llegamos a la que creo va a ser la parte más interesante de este análisis para el usuario profesional: el entorno de escritorio que este terminal presenta cada vez que lo conectamos a una pantalla externa.

 

Instantánea del entorno de escritorio ejecutándose con el terminal conectado a un monitor Samsung panorámico

Instantánea del entorno de escritorio ejecutándose con el terminal conectado a un monitor Samsung panorámico


Lo he probado tanto con un cable USB-C a HDMI directo, como con un dock y, en ambos casos, funciona estupendamente. De hecho, solamente necesitaremos conectarlo a un único cable, sin necesitar de un teclado o ratón externos (que le podemos conectar vía Bluetooth si no utilizamos un dock), para lograr la salida a vídeo, puesto que como periférico para gestionar la interfaz, tendremos la propia pantalla táctil del teléfono, convertida en una suerte de trackpad e, incluso, con teclado táctil que podemos usar para escribir.

 

Esta es la interfaz que presenta el teléfono cuando lo conectamos a una pantalla externa, para controlar el sistema.

Esta es la interfaz que presenta el teléfono cuando lo conectamos a una pantalla externa, para controlar el sistema. Clic para ampliar.


No obstante, y como esta combinación no es muy cómoda, podemos (y es aconsejable) usar un teclado y ratón externos conectados vía Bluetooth. Al respecto, decir que el mapa del teclado físico no me lo reconoció a la primera, y que tuve que configurarlo manualmente, tras lo cual ya todo fue rodado.

 

El entorno de escritorio abierto, con la app de YouTube y Google Play abiertas

El entorno de escritorio abierto, con la app de YouTube y Google Play abiertas.


El teclado que he utilizado ha sido un Logi MX Keys for Mac, reconocido, configurado y usado sin ningún problema, y acompañado por el ratón Logi MX Master 3 for Mac, que también configuré en un periquete y que ha dado muy buenos resultados durante todos mis días de uso.


Con todos estos entornos gráficos de escritorio que trabajan desde un smartphone Android, la pregunta clave a hacer es siempre la misma: ¿son capaces de sustituir a un ordenador de escritorio? Pues, la verdad, es que habiéndolo probado unas semanas, no puedo decir que no.


Uno acaba encontrando a faltar las facilidades que le proporciona un sistema operativo de escritorio concebido para tal uso desde la base, ya que -y no nos vamos a engañar- este entorno es todavía un poco tosco, pero nos sirve perfectamente si nos vamos a algún sitio en el que tenemos para trabajar solamente los periféricos (pantalla, teclado y ratón), sin hacer muchas florituras más. Incluso podemos utilizarlo por días, si somos de los que trabajamos con aplicaciones básicas para las que existen apps en Android.


El entorno es básico pero suficientemente completo: dispone de un dock en la parte inferior, en el cual encontramos las principales aplicaciones, y que se oculta automáticamente cuando estamos trabajando.


En el centro del dock tenemos un icono que nos permite acceder a todas las apps instaladas en el terminal. En la zona izquierda, tenemos las apps favoritas. Las apps que carguemos y no estén entre estas favoritas, se verán reflejadas con su icono en la zona derecha del dock, y pulsando sobre su icono con el botón derecho del ratón, podremos añadirlas a los favoritos.

 

Aquí podemos ver el entorno de escritorio, con el dock en su parte inferior, y el teléfono con la interfaz de interacción en modo trackpad/teclado

Aquí podemos ver el entorno de escritorio, con el dock en su parte inferior, y el teléfono con la interfaz de interacción en modo trackpad/teclado


No obstante, algo que no he logrado es reorganizar estos favoritos con las apps en el orden en que me son más cómodas, por lo que deberemos trabajar en el orden en que ya están establecidas y con el que salgan los nuevos iconos que vayamos añadiendo. Tampoco el dock cambiará su tamaño para adaptarse a que haya más iconos, sino que los iconos se desplazarán cuando lleguemos a los extremos de esta área, tanto por un lado como por el otro, para mostrar los iconos que queden escondidos.


En la parte superior, contamos con un pequeño panel de control que nos da acceso al mapa de teclado físico (que estará disponible siempre que haya un teclado físico conectado), al volumen del sonido, al indicador de batería, hora y fecha, conectividad Bluetooth, y conectividad Wi-Fi.


En el escritorio también podemos disponer de iconos para nuestras aplicaciones favoritas, moverlos con libertad para recolocarlos dónde creamos oportuno, y crear también atajos para acceder de forma rápida a nuestras páginas web favoritas.


Por lo que respecta al escritorio en sí, podemos adaptar el tamaño de los iconos y el texto entre tres tamaños distintos (pequeño, medio, y grande, acorde con el espacio que tengamos en nuestro monitor), y cambiar la imagen de fondo.


La gestión de las tareas abiertas no deja de ser curiosa; recuerdo que en DeX (no sé en las últimas versiones, pero al menos hace un tiempo), las apps abiertas en el entorno de escritorio no guardaban el estado para el entorno Android habitual, y al cerrar el entorno de escritorio, es también como si las hubiéramos cerrado.


Cuando abrimos aplicaciones desde dentro del entorno de escritorio de este Crosscall, estas quedan disponibles desde la interfaz Android en el teléfono, pudiendo seleccionarlas con facilidad a través del sector habitual del sistema. Incluso, y si salimos de la interfaz de trackpad que carga el teléfono por defecto cuando lo conectamos a un display externo, podremos ir seleccionando la misma app desde el terminal o desde el entorno de escritorio, y la iremos “pasando” de uno a otro entorno con todo su contenido abierto.

 

Aquí podemos ver apps abiertas en el terminal, que podemos pasar entre este y la pantalla externa

Aquí podemos ver apps abiertas en el terminal, que podemos pasar entre este y la pantalla externa


Esto es práctico para utilizar el smartphone a modo de pantalla secundaria cuando podemos operar el entorno con un teclado y ratón.


Eso sí, no he descubierto ninguna manera en el entorno de escritorio, de obtener un listado o vistas de las apps abiertas, aunque si las abrimos en dicho entorno, se cargarán con todos sus contenidos. Esto nos permite, por ejemplo, coger una llamada telefónica en el terminal, sin interrumpir el flujo de trabajo en el entorno de escritorio.


En el X-SPACE, todas las aplicaciones se muestran en ventanas redimensionables que podemos maximizar también. Todas las apps, independientemente que sean las del fabricante, del sistema, o terceras partes, se ‘ventanizan’ para ser accesibles como en un sistema operativo de escritorio.


En este apartado, precisamente, he notado al trabajar que a veces costaba un poco redimensionar las ventanas, como si el sistema no ‘pillara’ a la primera que es lo que quieres hacer y te ignore, o bien que tarde un poco en redibujar la ventana.


Tiene mérito que Crosscall sea una de las pocas fabricantes, junto a Samsung y Motorola, que tenga un entorno de escritorio en sus terminales, algo de lo que el Android básico carece todavía hoy, aunque parece ser que Google está trabajando en ello y podría acabar sacándolo al mercado en una actualización de Android 15, o en el 16/17.


Base de carga X-DOCK


Si bien en general todo en este smartphone me ha satisfecho, y hasta me ha sorprendido favorablemente, tengo que hacer una excepción con el X-DOCK, que no me ha decepcionado, pero del que me parece que Crosscall no ha aprovechado todo el potencial que tiene.


En primer lugar porque el cableado de esta base todavía utiliza conectores USB-A, tanto para el cable de alimentación de corriente, como para la conexión al ordenador, aunque esta última es secundaria puesto que podemos utilizar el mismo cable de alimentación para traspasar también datos.

 

El X-DOCK


Tengo el problema, y creo que está empezando a ser compartido por más gente, de que el ultraportátil de trabajo dispone solamente de puertos USB-C, por lo que tengo que utilizar un adaptador, y ahí es donde me vienen los problemas, pues no siempre puedo trabajar correctamente con el teléfono para, por ejemplo, traspasar ficheros.


Otro punto negativo de depender de conectores USB-A, es que si quiero conectar el teléfono a una pantalla externa que disponga también de puerto USB-C, o mediante un cable USB-C a HDMI, tengo que conectar dicho cable al puerto USB-C que se encuentra en la parte inferior del mismo terminal, sin poder conectarlo a la base.

 

X-DOCK


Disponer de un puerto USB-C para la alimentación y el trasvase de datos, nos permitiría una cosa como dejar la base X-DOCK conectada permanentemente a un monitor de escritorio dotado de un puerto de este tipo con capacidad para vídeo y, al llegar a casa, conectar el teléfono, activar el Bluetooth para conectarse con un teclado y ratón externos, y seguir trabajando con el entorno de escritorio X-SPACE.


La parte buena de esta base, que no es buena si no excelente, es el conector magnético X-LINK, exclusivo de la compañía, y que facilita el trasvase de datos entre ordenador y smartphone vía la base, y viceversa, y también la alimentación al teléfono, incluso si lo conectamos a un puerto del ordenador.


Valga decir que he tenido algún problema de compatibilidad con sistemas GNU/Linux que, afortunadamente, son una muy pequeña minoría en el mercado, pero también -y esto sí es más preocupante- con ChromeOS. En el sistema operativo de Google, en un portátil Asus, ni siquiera reconocía el dispositivo en el sistema y, por lo tanto, no me daba opción a acceder a su sistema de ficheros.


No obstante, en el terminal, sí me salía la ventana de configuración de la conexión, preguntándome si quería transferir archivos, sólo contenidos multimedia, u otras opciones.


La base X-DOCK es, pues, una buena solución, pero que deja la impresión de haber podido ser algo más -mucho más- con un poco más de trabajo por parte de la firma, que no explota todo el potencial que tiene entre sus manos.


Conclusión


¿Recomendaría la compra de uno de estos terminales? Sin duda alguna, y no solamente para usuarios con los perfiles que he comentado al principio del presente texto; la elegante apariencia de este terminal y sus virtudes (y pese a sus defectos, que también lo tienen) lo hacen muy recomendable para todo tipo de usuarios, especialmente por su cámara de fotos principal, y por su entorno de escritorio, sin olvidar su rendimiento.