“El fin del smartphone” vienen a titular o a decir en sus artículos algunos medios, debido a los insistentes rumores que afirman que Apple va a lanzar unas gafas inteligentes con realidad aumentada en 2022.
No deja de ser curioso que estos rumores, junto a lo que se va sabiendo de las inminentes (deberían ser presentadas en unos meses según todos los indicios) gafas inteligentes de Facebook, han hecho que el ‘hype’ sobre este tipo de dispositivos futuristas haya aumentado a lo largo de estas últimas semanas.
Con una primera ‘época dorada’ gracias a las Google Glass, el interés del público alrededor de las gafas inteligentes pareció ir desapareciendo, y estos gadgets quedaron para usos profesionales y todavía con mucho camino por recorrer tanto por lo que respecta a su desarrollo como a su adopción.
La adquisición de North (fabricante de unas de las pocas gafas inteligentes para el usuario final, las Focals) por parte de Google, parecía que ‘mataba’ la última opción de unas gafas AR serias para el usuario final. Hasta que el rumor sobre las gafas de Apple ha cobrado vida.
La forma en la que estas gafas ‘matarían’ al iPhone sería gracias a poder convertir toda la realidad que se extiende ante los ojos del usuario, en una pantalla.
La inclusión de sensores LiDAR (una suerte de radar de proximidad) permitiría a estas gafas ‘conocer’ el entorno en el que se mueven y, por lo tanto, mejorar también la interacción con él.
Unas cámaras en la montura de las gafas permitiría a estas reconocer los movimientos de las manos, que se convertirían de esta forma en la interfaz del usuario para interaccionar con los elementos de la realidad aumentada.
La incorporación de capacidad de audio bidireccional (micrófono y altavoces, posiblemente en forma de auriculares o mediante conducción), permitiría utilizar estas gafas como teléfono y, de ahí, los titulares sobre la futura desaparición del iPhone.
No obstante, y con un cambio tan radical, es probable que ambos formatos de dispositivos se mantengan en el mercado todavía durante mucho tiempo.