Si bien la tensión y violencia racial han estado presentes en los Estados Unidos desde prácticamente el momento de su fundación, ha habido altos y bajos en estas y, actualmente y tras algunos casos seguidos como el que se hizo mundialmente famoso de George Floyd y el nacimiento del movimiento Black lives matters, la situación se encuentra en un punto álgido.
Todos hemos podido ver en los noticiarios los casos de violencia policial e, incluso, asesinatos por parte de policías estadounidenses a ciudadanos de color de aquel país. Esto ha creado un clima de psicosis y aversión hacia los agentes de policía, y de que los ciudadanos afectados quieran tomar medidas de autoprotección. Y han buscado la respuesta a esta necesidad en la tecnología.
Diversos desarrolladores han creado apps móviles con un sencillo cometido, pero de ejecución no tan fácil: monitorizar los encuentros con la policía grabándolos en vídeo y enviándolos a la nube y a conocidos o, directamente, a abogados, para mayor seguridad y posibles futuras acciones legales.
Informa de ello Axios, que también cita unas cuantas de estas apps. Por ejemplo, Legal Equalizer, que captura en vídeo el encuentro con la policía inmediatamente al ser lanzada, mandando notificaciones a los contactos que especifiquemos. Además, y una vez lanzada, en la pantalla aparecerá una lista de los derechos del usuario, para asegurar en todo momento que éste los conozca y pueda ampararse en ellos, y permite contactar con un abogado.
Mobile Justice es otra app que realiza la función de enviar la información de los incidentes con la policia a la ACLU (American Civil Liberties Union), una entidad independiente que busca garantizar la preservación de todos los derechos y libertades individuales que garantiza la constitución americana. También permite mandar vídeos de los encuentros con los agentes de la ley a familiares, conocidos, y los abogados del usuario, a través de mensajes SMS (es de imaginar que el enlace al servicio en la nube en el que estos son almacenados).
Hay otras muchas aplicaciones, pero diversos defensores de los derechos civiles también han hecho notar un posible inconveniente en su uso: el de que los vídeos puedan ser manipulados, o de que el streaming de los encuentros pueda convertir a los mismos agentes en objetivos de violencia.
Y es que hay que ser consciente que ni todas las acciones policiales en EEUU son racistas, ni todas las personas detenidas sean víctimas inocentes de un sistema perverso, sino que hay de todo, y que los casos que han saltado a la luz pública son solamente la punta de un iceberg de acciones policiales, tanto acertadas como desacertadas.