ASHO, la empresa de codificación clínica y asesoría hospitalaria líder en nuestro país, ha decidido apostar por el desarrollo de inteligencia artificial para sus Software de Ayuda a la Codificación (SAC) como parte de su constante política de innovación. “Nuestro objetivo es conseguir que el propio software realice la fase de prelectura y subrayado de diagnósticos, lo que acelerará los plazos de ejecución del proceso de codificación”.
Se trata de conseguir un preprocesamiento de los informes de altas médicas, previo a la revisión por parte del codificador. De esta manera, el profesional contará con la ayuda de identificación de los términos clínicos susceptibles de ser codificados, sin la necesidad de leer todo el documento.
Así lo explica Jordi García, director del área de IT de ASHO, quien recuerda que, previo al uso de ordenadores, “el documentalista tenía por delante el trabajo de leer cada alta médica, subrayarla, buscar los códigos que identificaban a cada diagnóstico y así concretar el trabajo de codificación”.
Posteriormente, con el desarrollo tecnológico, se eliminó el uso del papel y ahora todo el proceso se realiza directamente en la pantalla del ordenador. “Esto nos permite que un programa nos ayude a identificar los campos a codificar y nos sugiere un código. El trabajo del documentalista es cotejar que estos códigos que nos sugiere el programa sean correctos, pero se consigue incrementar la fiabilidad y asertividad”, explica. Así funciona el software desarrollado por ASHO, denominado ASHOINDEX.
En un futuro no muy lejano, “los informes de alta se codificarán mucho más rápido”, explica el coordinador del proyecto, Jordi Garcia. Aunque, matiza: “sabemos que es un objetivo muy utópico pero la tecnología ha demostrado que no hay imposibles”. Para conseguir este objetivo se aplica el Natural Language Procesing (NLP), una rama de la inteligencia artificial que ayuda a los ordenadores a entender, interpretar y manipular el lenguaje humano. NLP hace posible que las computadoras lean texto, escuchen la voz hablada, la interpreten, midan el sentimiento y determinen qué partes son importantes.
La aplicación de este sistema permite que un programa tome decisiones de manera autónoma y, en este caso, pueda leer documentos y procesar los datos de manera instantánea.
Apuesta por la innovación y el desarrollo tecnológico
Para el desarrollo de este proyecto, ASHO está invirtiendo no solo económicamente sino que está incorporado a su equipo profesionales especializados en el desarrollo de inteligencia artificial. “El sector sanitario es uno de los ámbitos que más volumen de datos genera, y por eso está en constante evolución. La apuesta por la tecnología forma parte del ADN de nuestra empresa y, por ello, estamos desarrollando un proyecto de inteligencia artificial con una metodología precisa y concienzuda con el objetivo de que el resultado sea lo más sólido y fiable. No nos hemos puesto plazos, queremos ser exhaustivos”, afirma Ruth Cuscó, directora gerente de ASHO.
De la codificación a mano a la codificación predictiva
ASHO, con sus 25 años de trayectoria es una de las pocas empresas que puede presumir de ser testigo y protagonista de la digitalización del sector de la codificación. Nació como empresa pionera en codificación y tras desarrollar distintos Softwares de Ayuda a la Codificación (SAC), ha comprobado como el tiempo que tardaba un codificador en los años 90 en codificar un solo informe se ha reducido considerablemente.
Precisamente, esa es la optimización que busca ASHO al apostar por el desarrollo este proyecto de IA, facilitar y perfeccionar el trabajo de un codificador con la ayuda de la tecnología. De esta forma los informes serán más específicos, lo que supone una gran ventaja para el aprendizaje de los centros sanitarios sobre sus propios procesos.