El panorama directivo en las empresas está experimentando un cambio en las habilidades cuantitativas que se demandan en la alta dirección; un reciente análisis realizado por Deloitte y basado en más de 46.000 ofertas de trabajo sugiere que la experiencia en investigación, análisis y finanzas es cada vez más requerida para muchos puestos en el nivel C-suite, incluyendo áreas que van desde operaciones hasta recursos humanos. Estas exigencias surgen en un contexto en el que las empresas buscan reforzar su capacidad para operar en entornos cada vez más complejos.
Este reajuste está vinculado a las constantes transformaciones que la tecnología está impulsando en los modelos de negocio. Según el informe de Deloitte, cerca del 90% de los encuestados espera que la IA y los sistemas de procesamiento de información aceleren la transformación de las organizaciones en los próximos años. A medida que tecnologías emergentes, entre ellas la IA generativa, toman mayor relevancia en la estrategia corporativa, los equipos de dirección parecen reconocer la importancia de profundizar en competencias técnicas y regulatorias.
Los datos muestran que este enfoque se extiende a todos los ámbitos directivos, no solo a los responsables de estrategia. Así, el refuerzo de una visión analítica y de gestión de riesgos ha pasado a ser una prioridad en la contratación de directivos. Los resultados indican que las empresas se preparan para integrar nuevos modelos de trabajo y procesos de toma de decisiones, potenciados por las herramientas de inteligencia artificial.
Barreras ante la adopción de la IA generativa
En el ámbito de la IA generativa, diversas encuestas señalan la creciente urgencia por implantar esta tecnología. En estudios internos llevados a cabo a lo largo de 2024, un porcentaje elevado de líderes consultados expresa su convicción de que la IA generativa transformará por completo su industria en un periodo de tres años, y casi una cuarta parte afirma haber destinado una parte significativa del presupuesto de IA a la aplicación de esta tecnología.
Este interés va acompañado de ciertos desafíos: en la investigación realizada, se identifican dificultades para avanzar en la adopción de la IA generativa que están relacionadas, sobre todo, con la regulación y la gestión del riesgo, así como con la falta de talento técnico y de un modelo de gobernanza adecuado.
En un entorno en el que las directrices de cumplimiento siguen sin definirse en muchos países, las empresas están pendientes de la evolución legal para asegurar el uso correcto de datos y herramientas de IA.
La incertidumbre regulatoria dificulta una planificación precisa de las estrategias tecnológicas. En consecuencia, la adaptación a los cambios legislativos se presenta como un factor crítico para los equipos directivos que deben equilibrar la necesidad de innovar con la gestión adecuada de riesgos y la alineación con futuros marcos legales.
Demanda de habilidades regulatorias y técnicas
La creciente relevancia de la IA generativa se ve reflejada en la evolución de las ofertas de empleo para altos ejecutivos. De acuerdo con el análisis, se ha incrementado la demanda de conocimientos vinculados con el cumplimiento regulatorio y a leyes laborales en la mayoría de roles directivos. Por ejemplo, las ofertas que solicitan experiencia en gestión de riesgos para directores financieros aumentaron de un 16% en 2018, a un 24% en 2023. También se ha observado que los responsables de recursos humanos han visto duplicarse la necesidad de saber manejar temas de cumplimiento en relaciones laborales.
Paralelamente, las competencias técnicas se han convertido en un requisito casi universal. Entre las seis posiciones ejecutivas examinadas, se ha incrementado el número de ofertas que solicitan experiencia en análisis de datos y entornos de investigación. En algunos casos, las empresas buscan perfilar directivos con formaciones científicas, capaces de evaluar y aplicar herramientas que utilicen IA para mejorar procesos en áreas como ventas, atención al cliente y desarrollo de productos.
Estas tendencias sugieren la consolidación de un liderazgo que combine destrezas cuantitativas, una visión enfocada a la gestión de riesgos y la adaptación a marcos normativos cambiantes. El objetivo es facilitar la adopción de la IA generativa con un enfoque responsable y seguro, asegurando que los datos y los resultados que ofrece la tecnología cumplan con las exigencias de calidad y transparencia.
Impulso para un directivo de nivel C más preparado
Para superar los obstáculos relacionados con la IA generativa, muchas empresas han empezado a reforzar la formación de sus altos ejecutivos. Algunas de estas ya promueven programas de desarrollo pensados para adquirir conocimientos técnicos, regulatorios y de gestión de proyectos de IA. También se están impulsando iniciativas dirigidas a mejorar la capacidad de evaluar y anticipar posibles cambios regulatorios mediante herramientas de análisis predictivo o de planificación de escenarios.
Estas estrategias buscan dotar a la alta dirección de las empresas de los recursos necesarios para maximizar el potencial de la IA generativa. A su vez, la expansión de estas competencias entre los ejecutivos de más alto rango, permite mejorar la gobernanza de la inteligencia artificial en toda la organización y aprovechar mejor el talento especializado. El éxito de este proceso depende de la habilidad de los líderes para asimilar nuevas metodologías y combinar la agilidad empresarial con la prudencia legal, un equilibrio que parece crucial en la carrera por la innovación.
En el análisis que sustenta estas conclusiones, se examinaron ofertas de trabajo que van del 2018 al 2023 en más de sesenta industrias, tanto públicas como privadas. Con este enfoque se ha conseguido una muestra suficientemente amplia para detectar la evolución en los requisitos de las competencias.
Los resultados subrayan la necesidad de un ejecutivo multidisciplinar, preparado para abordar los retos que la IA generativa y las nuevas tecnologías plantean a la estrategia, las operaciones y la gestión de recursos humanos.