La propaganda y la difusión de información falsa son prácticas tan antiguas casi como la misma génesis de la humanidad. Y, si no, pueden buscar como el faraón egipcio Ramsés II manipuló el resultado de la batalla de Qadesh para el consumo interno de sus súbditos, o como Stalin hizo borrar a Trotski de varias fotografías para, con ello, eliminarlo también del recuerdo de sus conciudadanos. Pero, con Internet, esta práctica ha tomado una nueva dimensión, quedando también al alcance de cualquiera y no solamente de las élites más poderosas.
De hecho, cualquier persona con un poco de maña, paciencia, conocimientos básicos-medios de tecnología, y motivación, puede utilizar la inteligencia artificial para crear sitios de información falsos de principio a fin, empezando por las identidades de los supuestos reporteros, y acabando con los contenidos, y sin dejar de tocar aquello concerniente al aspecto del sitio para que parezca una página web de información real.
Es lo que explican en este artículo de Poynter, con un ejemplo práctico: el Suncoast Sentinel.
Dicho rotativo no existe, aunque ChatGPT y DALL·E2 le han dado vida. Por ejemplo, la biografía de Michael Martinez, editor gerente del rotativo, y en la que él mismo narra que es un “apasionado de la comida que ama el jazz, voluntario en refugios para personas sin hogar y pasa los días libres haciendo senderismo en los parques estatales de Florida” es totalmente falsa porque Martínez es un personaje inventado, al cual ChatGPT le ha dotado de personalidad, y DALL·E2 de un rostro afable.
De la misma forma, la popular herramienta ChatGPT ha creado todo un currículum profesional para Martínez, quien cuenta con tres lustros de experiencia en el mundo del periodismo. Y, como en este caso, las IAs han trabajado bajo el dictado de unas pocas frases dadas por los operadores humanos, para generar toda la plantilla del supuesto Suncoast Sentinel.
Pero es que, además, también se le solicitó a ChatGPT que generara el código HTML para crear una página de aspecto suficientemente profesional para convencer a los visitantes de su autenticidad, así como de algo de código JavaScript para dotarla de interactividad. Y ChatGPT no falló.
Si bien, y como hemos visto, la información ha sido manipulada desde los comienzos de la historia, ahora dicha capacidad es más simple gracias a la tecnología, lo que nos deja como ciudadanos en una posición más débil al tener que distinguir lo que es verdad de los que es mentira, y sin muchas ayudas para hacerlo.
Al fin y al cabo, ¿alguien puede decirme si este mismo artículo no lo ha escrito, en realidad, una inteligencia artificial con el objetivo de confundir a los lectores y que no se fien de lo que leen en Internet?
Quien sabe... ??