La Agencia Catalana del Consumo ha hecho público el aumento en el número de quejas que ha recibido esta institución, en referencia a los sobrecostes de roaming provocados por la conexión a la red de Andorra Telecom incluso sin pisar el país pirenaico, tan sólo circulando o viviendo cerca de este.
Algunas de las quejas recibidas lo son por parte de personas que residen en La Seu d’Urgell, un municipio catalán que se encuentra a unos diez kilómetros de la frontera andorrana.
A diferencia de algunos países que no forman parte de la Unión Europea, pero que han llegado a acuerdos para formar parte de la Zona 1 de roaming, como son Noruega, Liechtenstein o Islandia, Andorra se encuentra en la Zona 2, junto a países como Suiza, Mónaco, Marruecos, Montenegro o los Estados Unidos, lo que significa que los ciudadanos españoles que se conecten a sus redes, deberán pagar el extra de roaming en las comunicaciones de voz y/o de datos.
El problema llega cuando estas conexiones a la red de Andorra Telecom se producen incluso sin pisar el pequeño país pirenaico, tal y como hemos explicado en el caso de residentes en La Seu d’Urgell. ¿Por qué se produce esto?
La infraestructura de red solamente entiende de fronteras físicas, como montañas o grandes cañones, pero lo que son las fronteras políticas, no existen. Es tarea de las operadoras de cada país cubrir las zonas fronterizas para evitar, precisamente, la ausencia de señal y, por lo tanto, que los terminales de sus clientes puedan conectarse automáticamente a la red de una operadora del país vecino.
Y esto es precisamente lo que falla en el caso de las operadoras españolas, según apunta Carles Casadevall, portavoz de Andorra Telecom, a Andorra Difusió, que afirma que estas no han hecho su parte del trabajo para cubrir las inmediaciones de la frontera por la parte española, y que las señales de operadoras españolas también se llegan a captar en Andorra.
Casadevall también explica que el mismo problema ha sido detectado en la parte francesa de la frontera.