Según un extenso informe recientemente publicado por Avaaz, servicio online de acción política que permite a los internautas crear campañas de recogida de firmas por diversos motivos, YouTube conduce a sus usuarios a vídeos de desinformación sobre el cambio climático.
Antes de continuar, aclarar que el término desinformación es el empleado por Avaaz para referirse a vídeos que niegan que el cambio climático se esté produciendo por mano del ser humano o, incluso, que dicho cambio se esté dando realmente. No entro aquí a valorar quien tiene la razón en este asunto, este artículo no va de esto, sinó de las quejas expresadas sobre el sistema de recomendación de YouTube.
No obstante, este problema no es nuevo: los servicios de recomendación de páginas y contenidos han hecho su ‘magia’ en otros casos, como publicitando compañías aéreas en las páginas que contenían artículos que las criticaban. Y es que los algoritmos no dan para más: leen palabras, las relacionan y exhiben la publicidad porque encuentran una conexión solamente con los términos, no tomando en cuenta (o no acabando de comprender) su contexto.
En YouTube pasa otro tanto pero, además de la publicidad, afecta a otra parte del servicio de vídeos: los recomendados.
Estos son los vídeos que podemos ver en el lateral derecho en la interfaz de escritorio del servicio, y que selecciona automáticamente un algoritmo para ofrecer al usuario, ya que son contenidos relacionados que pueden ser de su interés. No obstante, este algoritmo de recomendaciones también produce resultados que no necesariamente están en la línea de lo que podríamos esperar.
Y lo que pone de relieve y se queja Avaaz es que, en un tema tan sensible como el cambio climático, cuando estamos viendo un vídeo que defiende que dicho cambio es real y abogando por medidas para corregirlo, se recomiendan vídeos que van en sentido diametralmente opuesto, además de mostrarse publicidad de compañías que fabrican y venden productos que no son precisamente saludables para el medio ambiente.
La visualización de un vídeo recomendado con un contenido contrario a quienes afirman la existencia del cambio climático y advierten de sus efectos, lleva a que sean también recomendados y presentados otros vídeos de la misma temática y que, al final, el usuario pueda quedar atrapado en una burbuja en la que solamente se le muestran vídeos que niegan el cambio climático.
Avaaz culpa directamente al algoritmo de recomendación de YouTube, e insta a dicha compañía a que se posicione mediante una serie de cambios que recomienda introducir en el algoritmo de recomendación de vídeos.