Según informaba recientemente la cadena televisiva ABC News, el presidente de los Estados Unidos Joe Biden y miembros de su equipo de seguridad nacional han agendado una reunión para el próximo 25 de agosto con líderes de empresas para tratar sobre el asunto de la ciberseguridad y, más concretamente, para que el sector privado se comprometa con los esfuerzos que la administración pública gubernamental está realizando en dicho terreno.
A nadie se le escapa que la tensión existente entre los Estados Unidos por un lado, y Rusia y China por el otro, llega también al terreno tecnológico, a Internet, y más concretamente a acusaciones mutuas (aunque especialmente por parte de los estadounidenses) de ciberataques perpetrados por los gobiernos de los otros dos países, o bien permitidos a grupos de ciberdelincuentes desde su territorio (cuando no, alentados).
Especialmente famosos se han hecho en este ámbito los ataques de ransomware procedentes de grupos criminales rusos, a los cuales el ejecutivo de Biden ha apuntado directamente su dedo acusador. Y no olvidemos la famosa ‘injerencia rusa’ en las elecciones norteamericanas denunciada por el gobierno y agencias federales estadounidenses.
Si bien desde la Casa Blanca se ha confirmado la reunión a celebrar el próximo 25 de agosto, no han trascendido los nombres de los participantes. Estos podrían ser tanto los directivos de las empresas tecnológicas dedicadas específicamente al ámbito de la ciberseguridad, como los responsables de las grandes corporaciones tecnológicas, o a los líderes de los sectores más sensibles con este tema, como el bancario o el de las infraestructuras energéticas.
Según informa ABC News, la administración norteamericana ya ha trabajado previamente con el sector privado en materia de ciberseguridad, para promover las buenas prácticas. Y también ha lanzado una iniciativa para mejorar los estándares de ciberseguridad en sectores críticos como el de la distribución de fluido eléctrico.