La firma china CATL es la principal fabricante de baterías para vehículos eléctricos en todo el mundo, con más de un tercio del mercado global en su poder. Este pasado 24 de diciembre, y como si fuera un regalo navideño, presentaba el Bedrock Chassis, considerado el primer chasis de tipo “skateboard” ultra-seguro que, según la compañía, resiste impactos frontales a 120 km/h sin incendiarse ni registrar explosiones gracias a un diseño que integra la batería y que busca ofrecer una protección completa en distintos escenarios y velocidades.
La firma china indica que la velocidad de prueba de impacto frontal que se suele usar en programas como el C-NCAP es de 56 km/h. A dicha velocidad, la energía liberada en la colisión es equivalente a la de un vehículo cayendo desde una altura de 12 metros. En cambio, a 120 km/h, la energía se multiplica por 4,6, superando con creces los parámetros convencionales. Además, el diseño del nuevo chasis absorbe alrededor del 85% de la energía durante un choque, frente al 60% aproximado de algunos modelos tradicionales.
Este avance ha permitido superar el “doble test extremo” basado en la máxima velocidad y el impacto más intenso, que incluye la prueba de colisión frontal contra un poste a 120 km/h. Según la información ofrecida por CATL, el Bedrock Chassis mantuvo su integridad sin que se produjeran llamas o explosiones, en un escenario donde hasta ahora no existía ningún antecedente de vehículos eléctricos que afrontaran una verificación de este tipo.
Avances en las pruebas de colisión
Los ensayos contemplan escenarios en los que el área de impacto puede reducirse a una fracción mínima, como en colisiones contra árboles, postes o animales. En este tipo de prueba frontal central a 120 km/h, la presión de impacto por unidad de área aumenta de forma considerable en relación con ensayos a menor velocidad.
El desarrollo de un chasis que incluye la tecnología de integración Cell-to-Chassis, sumado a la decodificación estructural entre la parte superior del vehículo y la plataforma, ha contribuido a que la mayoría de la energía generada se disipe sin que se produzca una desestabilización térmica de las baterías.
La fabricante señala que la configuración del chasis se beneficia de una absorción progresiva de la fuerza durante el choque, con el fin de reducir la intrusión en la cabina y minimizar la velocidad de desaceleración en el momento del impacto.
Innovaciones tecnológicas en la estructura y los materiales
La arquitectura de este nuevo chasis combina una estructura biomimética tridimensional a modo de “caparazón”, un sistema de frenado progresivo de tipo aeronáutico, y el uso de materiales reforzados. Se han incorporado acero de alta dureza y aleaciones de aluminio, junto a barreras estructurales para incrementar la rigidez general y proteger el conjunto de las baterías.
El diseño de las celdas incluye la tecnología NP, una película aislante de gran capacidad de absorción de energía y un sistema de desconexión de alta tensión que se activa en 0,01 segundos. Tras percibir el impacto, este mecanismo completa la descarga de la energía residual en 0,2 segundos.
En pruebas de impacto con trineo a 60 km/h, ensayos de curvatura en 90 grados y cortes con sierras, no se registraron incendios ni explosiones.
La introducción de este chasis busca acelerar la transición a diseños de automoción modulares y personalizados, incidiendo en un mercado valorado en varios billones de yuanes. La plataforma integra elementos de decoupling entre chasis y carrocería, interfaces estandarizadas y una arquitectura de software y hardware escalable. Esto permite que distintos modelos de vehículos compartan la misma estructura básica y se reduzcan los plazos de desarrollo de 36 meses o más a un período estimado de 12 a 18 meses.
La cuarta generación de Cell-to-Chassis y la disposición invertida de las celdas aportan mayores opciones para optimizar el espacio disponible, al mismo tiempo que se mitiga el riesgo de rozamiento del chasis con el suelo. Además, el sistema admite distintos niveles de conducción inteligente, desde L3 hasta L4, gracias a la integración de sensores y recursos electrónicos a través de interfaces compatibles con distintas aplicaciones.
Perspectivas de mercado
La compañía AVATR, primer fabricante en adoptar esta plataforma, firmó un acuerdo con CAIT-SH, la división especializada de CATL en chasis “skateboard”, cuyo objetivo es profundizar en el uso de la nueva tecnología y ofrecer vehículos que prioricen la protección de sus ocupantes.
Por su parte, CATL quiere seguir perfeccionando sus soluciones y reforzando la cooperación con sus socios. La meta declarada es mantener la búsqueda de innovaciones que consoliden un entorno más seguro para los vehículos eléctricos y sus componentes.