57x114x191 milímetros es el tamaño que, en 1970, tenía el Mica 1 TR-001 de Panasonic, considerado el primer televisor de bolsillo del mundo.
Para hacernos una idea de lo que supone este tamaño, el último modelo de iPhone de Apple, el 12 Pro Max con pantalla de 6,7 pulgadas, tiene unas medida de 7,4x78,1x160,8 mm, y el Mica 1 TR-001 solamente tenía una pantalla de 1,5”, en blanco y negro, y con una calidad más que cuestionable. Pero era portátil, toda una novedad en la época.
Los bolsillos de mayor tamaño en una de mis chaquetas miden aproximadamente 240 mm de profundidad, por 210 mm de anchura, suficiente para poder trasladar el vetusto receptor de televisión y, obviamente, más que suficiente para el smartphone de la marca de la manzana mordida.
La ‘cuestionable calidad’ que antes he referido se debía al uso de una pantalla de tecnología CRT, habida cuenta que la tecnología LCD (mucho más adecuada para un tamaño pequeño de pantalla) no estaba todavía madura en la época para su integración y uso en un producto comercial. Así, el televisor de bolsillo de Panasonic, se convirtió también en el que disponía de la pantalla LCD más pequeña integrada en un producto comercial.
Podía funcionar con batería, aunque su autonomía era muy limitada, y generalmente se conectaba a la corriente eléctrica o a una batería de coche. De la misma forma, también tenía antenas desplegables y un conector minijack para unos auriculares.
Aunque con un éxito comercial limitado, y sin capacidad de interactividad, podemos considerar al Mica 1 TR-001 como la primera pantalla que pudimos llevar encima, en un bolsillo, para ver allí donde quisiéramos.
Cinco décadas más tarde, nuestros smartphones ya no necesitan conectarse a la UHF o la VHF para poder ver la televisión, ni están limitados a las emisores de los alrededores; mediante tecnología IP, podemos ver cualquier cadena que emita por Internet, a todo color y, lo que seguramente es más importante, tenemos multitud de contenidos a la carta para consumir cuando queramos.
Al dispositivo de Panasonic lo sucedieron el MTV-1 de Sinclair (la compañía del inventor británico Sir Clive Sinclair y autora de los míticos ordenadores Spectrum de 8 bits), y Sony, quien utilizaría su conocida marca Walkman para lanzar el Watchman, que a medidos de la década de los ochenta recibiría una pantalla en color.