Liquid X, una compañía especializada en soluciones de tintas metálicas funcionales, y Powercast Corporation, dedicada a las soluciones de carga por radiofrecuencia (carga inalámbrica), ha unido fuerzas para crear la primera solución que permite llevar la tecnología al mundo de la ropa de una forma cómoda sin, por ejemplo, tener que quitar las baterías de las prendas de vestir ‘inteligentes’ antes de ponerlas a lavar.
Porque este ha sido el gran problema de las prendas inteligentes hasta la fecha: su mantenimiento. Antes de lavarlas, hay que separar las baterías ya que, si no, el resultado puede ser catastrófico. Limpio, sí, pero sin poder volver a funcionar.
La tecnología desarrollada por ambas empresas y puesta en común, permite imprimir los circuitos directamente en la prenda de ropa gracias a la tecnología propietaria desarrollada por Liquid X, que consiste en una tinta metálica libre de partículas.
A las trazas de los circuitos, se les junta una antena receptora de carga inalámbrica, que junto a un chip complementario para llevar a cabo la tarea de recepción, conforman el equipamiento encargado de facilitar la recarga de la parte electrónica.
Y todo el conjunto se hace estanco gracias a un recubrimiento especial, que impide que le entre el agua y, por lo tanto, lo hace lavable sin tener que tomar ninguna precaución antes.
Uno de los ejemplos de uso que citan ambas empresas en la nota de prensa conjunta con la que han anunciado la iniciativa, es el de montar luces LED en prendas de vestir, de forma que elementos de, por ejemplo, una camiseta, puedan iluminarse.
Este desarrollo también abre la puerta a equipar, en un futuro próximo, toda suerte de ropa con sensores y convertirla en verdaderos dispositivos wearables capaces de monitorizar nuestras constantes vitales, como el ritmo cardíaco.
Y también nos simplifica en gran medida la carga de dicha ropa: solamente hay que ubicar un transmisor de energía inalámbrica (como, por ejemplo, el PowerSpot, capaz de recargar a una distancia de casi 25 metros) dentro del armario o de uno de los cajones en los que dejamos nuestra ropa, para así tenerla cargada cuando volvamos a utilizarla.
Y es que, por ejemplo, una camiseta con luces LED haría más fácil la tarea de hacernos visibles en plena oscuridad, algo que agradecerán ciclistas y viandantes que tengan que circular habitualmente por lugares carentes de iluminación.