La tecnología se ha convertido en un aliado imprescindible para cerrar la brecha de acceso a la salud a nivel global. En este contexto, la telemedicina, impulsada por soluciones digitales avanzadas, está transformando la manera en la que los servicios de salud llegan a las personas, permitiendo que pacientes de zonas rurales, remotas o con dificultades logísticas puedan acceder a diagnósticos, tratamientos y seguimientos médicos de manera eficiente y rápida.
“Gracias a la telemedicina, no solo mejoramos la atención especializada, sino que también optimizamos los recursos del sistema de salud gracias a la reducción de los tiempos de espera y costes asociados a los traslados”, explica Albert Alsina, director general de ERNI Consulting.
No obstante, la implementación de la telemedicina conlleva ciertos retos tecnológicos: la interoperabilidad segura es esencial, es decir, que los sistemas de telemedicina se comuniquen entre sí de forma segura.
Además, el riesgo de la sobresaturación del médico por la comunicación con el paciente. En este sentido, sistemas de chatbot y filtraje con Inteligencia Artificial son útiles para mantener flujos de información razonables.
Para proteger los datos médicos, es importante implementar medidas de autentificación fuertes y encriptación para asegurar la privacidad y seguridad de la información. La explotación de los datos de los pacientes debe hacerse respetando su privacidad y de forma responsable. Esta explotación ética de los datos es todo un desafío, pero puede ofrecer grandes beneficios en la salud pública, como identificar tendencias y mejorar la distribución de recursos.
El futuro de la telemedicina
El futuro de la telemedicina es prometedor, con la inteligencia artificial (IA) jugando un papel crucial en su evolución, porque ayudará a los profesionales sanitarios a analizar grandes volúmenes de datos, permitiendo diagnósticos más precisos y tratamientos personalizados.
Además, los wearables con fines médicos están emergiendo como herramientas valiosas para la monitorización continua de la salud, implementándose para monitorizar a los empleados y predecir lesiones provocadas por sobrecargas.
De este modo, con los avances en IA y Machine Learning, los algoritmos inteligentes podrán analizar estos datos diarios para mejorar el monitoreo de los pacientes, reducir las bajas laborales y actuar como un mantenimiento predictivo para personas.
“La combinación entre innovación tecnológica y formación profesional es la base para impulsar un sistema sanitario más equitativo y eficiente. La telemedicina no solo rompe barreras físicas, sino que también mejora la gestión de los recursos médicos y potencia la atención personalizada”, concluye Alsina.