Cada vez se habla más de nanosatélites, de pequeñas dimensiones y que permiten poner en órbita alrededor de la tierra, aparatos que proporcionan datos y servicios por un coste inferior al de un gran satélite, aunque obviamente su potencia no sea la misma, pero tampoco el coste, al poder lanzar varios satélites en el mismo cohete.
Existe incluso un estándar, llamado pocketqube (literalmente, cubo de bolsillo), cuyo tamaño es de 5x5x5 centímetros. Sí, aunque no lo parezca, sigo hablando de satélites.
Pese a su pequeño tamaño, una constelación de satélites pocketqube puede llegar a ser tremendamente útil. Tomemos el ejemplo de Hello Space, una start-up turca que va a ser, según afirman desde la misma, la tercera del mundo en enviar uno de estos pequeños satélites al espacio.
El lanzamiento se va a producir el próximo mes de febrero de 2023 en un cohete Falcon9 de SpaceX, y va a ser la prueba que precederá a toda una constelación de satélites pocketqube que Hello Space pondrá en órbita para brindar comunicaciones de la IoT en banda estrecha a dispositivos instalados en tierra.
Para el futuro, y gracias a dicha constelación, la joven empresa piensa ofrecer servicio de conectividad en todo el globo, para la transmisión de datos.
Las necesidades en cuanto a caudal de datos para las aplicaciones de la IoT no son, ni de lejos, las mismas que para una aplicación de consumo. Debemos pensar que, por ejemplo, las fotografías, los vídeos y el audio, consumen una cantidad importante de datos, mientras que las aplicaciones de la IoT solamente se intercambian alguna información de estado (como lecturas de sensores relativas a la presión, humedad o temperatura), por lo que el caudal de datos es asumible por parte del hardware de un pequeño satélite.
Entre las aplicaciones que estos satélites podrán proporcionar una vez ya se encuentre toda la constelación flotando por el espacio, encontramos las de trazado del movimiento de contenedores de carga, la monitorización remota de parámetros mensurables mediante sensores (tales como la temperatura o humedad, por ejemplo, en equipamiento industrial), y el seguimiento de productos agropecuarios para garantizar una cadena de suministro más eficiente.
Al ser una tecnología más barata, también permite disminuir el coste a sus usuarios.
Tanto el software como el hardware del primer satélite de Hello Space han sido producidos íntegramente en Turquía.