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Cuatro proyectos con ADN UPC para luchar contra las pandemias

Escrito por Redacción TNI el 14/06/2021 a las 20:35:03
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La convocatoria ‘Replegarse para crecer: el impacto de las pandemias en un mundo sin fronteras visibles’ (PANDÈMIES 2020) de la Agencia de Gestión de Ayudas Universitarias y de Investigación (AGAUR), ha otorgado diferentes ayudas para proyectos de investigación que tienen como objetivo analizar el impacto de la epidemia del Coronavirus, en concreto, y del concepto de pandemia en general. Los proyectos, que se desarrollarán en un plazo máximo de 18 meses, proponen nuevas medidas, modelos y líneas de actuación que contribuyan a superar las consecuencias de las pandemias y a definir nuevos modelos preventivos, de análisis y de tratamiento.



De entre los 32 proyectos financiados, cuatro están liderados o cuentan con la participación de investigadores e investigadoras de la Universitat Politècnica de Catalunya · BarcelonaTech (UPC): se trata de los proyectos DIVINE, 'Barcelona Ciutat Fràgil', ‘Drones against Coronavirus’ y ComMit-20.

 

Mejorar la atención de pacientes de Coronavirus a partir de los factores de riesgo


El proyecto DIVINE, acrónimo de ‘DynamIc eValuation of Coronavirus cliNical statEs and their prognostic factors to improve the intra-hospital patient management’, tiene como objetivo identificar los factores de riesgo que afectan al pronóstico y las transiciones entre estados (ingreso, UCI, alta médica, muerte) por los cuales puede pasar un enfermo hospitalizado por Coronavirus. El conocimiento de estos factores servirá para anticipar los riesgos potenciales que puede tener un enfermo desde su ingreso y tendrá una doble utilidad: proporcionar una mejor atención al paciente según su riesgo inicial y mejorar la gestión hospitalaria, sobre todo en periodos de gran presión asistencial.



Para lograr estos objetivos, se usarán datos de pacientes que se han recogido en diferentes hospitales del área metropolitana sur de Barcelona durante las distintas oleadas de la pandemia. Además, el equipo de investigación también quiere estimar el tiempo de incubación de la enfermedad (el tiempo que transcurre entre la infección y la aparición de los primeros síntomas), un dato muy útil para crear modelos de simulación que exploren la evolución de la pandemia a escala global.
 

El equipo está liderado por Guadalupe Gómez y cuenta con la participación de distintos miembros del grupo de investigación en Bioestadística y Bioinformática (GRBIO), integrado por investigadores de la UPC –Erik Cobo, Klaus Langohr, Daniel Fernández, Núria Pérez, Jordi Cortés y Leire Garmendia– y Mireia Besalú, de la Universidad de Barcelona (UB). El proyecto está coorganizado con un grupo de investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), encabezados por Cristian Tebé y cuenta con la participación de los hospitales de Bellvitge, Moisès Broggi (Sant Joan Despí), General del Hospitalet, de Viladecans, de Sant Boi de Llobregat, Residencia Sant Camil (Sant Pere de Ribes), Sant Antoni Abat (Vilanova i la Geltrú) y el Comarcal del Alt Penedès.

 

La ciudad frágil


Por su parte, el proyecto ‘Barcelona Ciutat Fràgil’ explora la condición de vulnerabilidad y resistencia durante el periodo del primer estado de alarma por la pandemia. El objetivo es cartografiar la ciudad frágil, un mapa alternativo del impacto de la pandemia en Barcelona que se pueda superponer al mapa convencional de la ciudad y que permita comparar ambas imágenes. Los investigadores quieren aflorar una espacialidad oculta y, para hacerlo, proponen crear un mapa que muestre acontecimientos y prácticas asociadas a la marginalidad y a la fragilidad de la vida vinculados al espacio.
 

El proyecto también mostrará prácticas creativas y poéticas, acontecimientos efímeros que, según los investigadores, se han convertido en ejercicios de resistencia con poder para crear sentido y transformar el ámbito urbano. El trabajo analiza tres ámbitos: los espacios de muerte y luto, espacios de soledad y experiencias desde el miedo; los espacios de sociabilidad y creatividad espontánea; y los espacios de vínculo e imaginarios con el entorno natural y paisajístico.
 

Cada ámbito se concretará en diferentes tipos de espacios a explorar y representar, por ejemplo, la experiencia del abandono y la imposibilidad del luto; los espacios de la muerte; el estudio de la habitabilidad y el espacio doméstico; las redes de apoyo y de ayuda vecinal; la adaptación de las instituciones museísticas; los espacios de representación de memoria y homenaje a quienes han sufrido durante la pandemia; el espacio público como refugio para la población migrada; los espacios de manifestación y recorridos espontáneos; la memoria o desmemoria sobre otras pandemias vividas; los espacios periféricos y las tramas urbanas, entre otros. El resultado será una web dinámica que mostrará la cartografía de esta ciudad frágil, una exposición y la edición de un libro.
 

El proyecto, con la profesora Marta Serra como investigadora principal, es una propuesta del equipo de investigación Arquitectura, Ciudad y Cultura (ACC) de la UPC y contará con un equipo de trabajo interdisciplinar formado por investigadores de otros grupos y expertos externos. El grupo ACC, coordinado por la profesora Marta Llorente y vinculado al Departamento de Teoría e Historia de la Arquitectura y Técnica de la Comunicación de la UPC, hace más de diez años que trabaja en la conceptualización y abstracción de la fragilidad urbana identificando formas de representación y ocupación posibles del espacio.

Drones para controlar aforos


El proyecto ‘Drones against Coronavirus. Propagation by Controlling Capacity in Public Spaces’ parte de la idea que uno de los elementos clave en la lucha contra el Coronavirus es el control del aforo en actos multitudinarios. Cuando los actos son en espacios cerrados, es suficiente con un control de acceso, pero en actos públicos en espacios abiertos, donde el número de accesos es demasiado grande, el control del aforo solo se puede hacer desde el aire. De este modo, el uso de drones se plantea como una medida adecuada, tanto por su coste limitado como por la posibilidad de volar a baja altura. El proyecto está coordinado por la investigadora Cristina Barrado, del grupo de investigación ICARUS de la UPC, y cuenta con la participación del Ayuntamiento de Castelldefels.
 

Por una parte, se trabajará para encontrar el modelo de dron adecuado para llevar a cabo este tipo de tarea y, por otra,  mejorar los modelos de redes neuronales existentes entrenándolos para reconocer a las personas a vista de pájaro. Más allá del reconocimiento y recuento de personas, se quiere testar un nuevo modelo capaz de detectar también agrupaciones de personas a partir de las imágenes facilitadas por el dron de la policía local de Castelldefels, que colabora en el proyecto. El equipo de investigación trabajará en la optimización de un algoritmo basado en técnicas de inteligencia artificial que se pueda ejecutar en tiempo real en un dispositivo móvil (una tablet o un teléfono) conectado al dron. Todo esto respetando la protección de datos y la privacidad de las personas, puesto que se anonimizarán las imágenes que se capten mediante el desenfoque automático de los rostros de los asistentes.

 

Edificios en modo de emergencia pandémica
 

‘Designing Resilient Communities to Mitigate Pandemic and Climate Change effects’ (ComMit-20) es la propuesta liderada por el Institut de Recerca en Energía de Catalunya (IREC), entidad de investigación vinculada a la UPC, que tiene como objetivo determinar qué impactos, a corto y largo plazo, ha generado la pandemia del Coronavirus en el consumo de energía de los edificios, así como los cambios en sus patrones de uso y en los requisitos de calidad ambiental. El proyecto propondrá medidas, políticas y recomendaciones para aumentar la resiliencia de los edificios y de las comunidades urbanas integrando estos nuevos requisitos en las herramientas de diseño y planificación energética y en los sistemas de gestión de energía, haciendo énfasis en los edificios residenciales y educativos.
 

La iniciativa se basa en la idea que no se puede perder de vista que, al margen de la emergencia sanitaria actual, también se está ante una situación de emergencia climática. Así, se hacen necesarias soluciones de diseño y gestión flexibles para que los edificios puedan funcionar, dependiendo del contexto, priorizando los altos requisitos de calidad ambiental o minimizando el consumo de energía y de gasto. El equipo de investigación también analizará como los cambios en el uso de los edificios y las nuevas normas de ventilación afectan a los modelos de optimización de la gestión energética, así como si los métodos de inteligencia artificial implementados hasta ahora responden a situaciones como el actual o si hay que repensarlos. La idea es que los edificios puedan funcionar en ‘modo de emergencia pandémica’ sin comprometer el ‘modo de eficiencia energética’, con el menor consumo de energía posible.

 

Jaume Salom, responsable del grupo Thermal Energy and Building Performance del IREC, es el coordinador del proyecto ComMit-20, que también cuenta con la participación de diferentes grupos de investigación de energía térmica y rendimiento del edificio, sistemas de potencia y análisis de sistemas de energía del IREC, así como de la profesora Serra Hunter Cristina Corchero, del Departamento de Estadística e Investigación Operativa de la UPC e investigadora del IREC.