Operación Deep Money parece un nombre correcto para denominar la operación policial que ha permitido desmantelar en Portugal una red de falsificadores de moneda, que trabajaban falsificando euros y vendiendolos a través de la Dark Web, muchas veces llamada erróneamente Deep Web, de ahí ese explícito nombre, y aunque la referencia no sea del todo correcta.
Ha sido la Polícia Judiciária (Judicial) lusa la encargada de llevar a cabo la operación en su rol de cuerpo encargado de combatir el crimen organizado y las grandes redes criminales entre otros.
Liderada por un ciudadano portugués residente en Colombia, esta red de falsificación se encontraba operativa desde 2017 y se componía, además, de por lo menos otras cinco personas, tres de ellas de nacionalidad portuguesa, y las otras dos de nacionalidad francesa.
Su modus operandi no deja de ser sorprendente por su sencillez: el dinero se vendía en la Dark Web, una parte de Internet accesible solamente con la ayuda de herramientas especiales como el navegador Tor.
Una vez vendida una cierta cantidad de dinero falso, los billetes eran producidos y se enviaban mediante correo certificado al comprador. Los compradores realizaban el pago por estas monedas en Bitcoins, de forma que eran difíciles de seguir por parte de las autoridades.
El coste de una compra era el 20 o el 25% del valor facial de la moneda falsificada o, dicho de otra forma: por 100.000 €, el comprador pagaba 20.000 o 25.000 €. Una vez en su mano, ya era tarea del comprador ‘pasar’ los billetes para recuperar la inversión y sacar beneficios.
Los responsables de la Policía Judicial han hablado de una producción de billetes falsos de alta calidad, basada en papel especial, tintas ultravioleta, hologramas. y marcas de agua entre otros elementos para hacer de los billetes lo más realistas posibles.
Inicialmente, los billetes eran vendidos en el espacio económico europeo fuera de Portugal, pero la producción que llegó a tener la banda hizo que esta empezara a introducir en el mercado luso los billetes más antiguos para poder seguir fabricando otros nuevos.
La Dark Web es famosa por ser considerada como el “far west” de Internet, un territorio en el que es posible adquirir productos y contratar servicios que se encuentran fuera de la ley.