Este reciente Mobile World Congress he tenido la oportunidad de departir durante un rato con Balaji Krishnan, fundador de Displace, la que sea tal vez la marca más disruptiva en el mundo de los televisores... o, por lo menos, así lo pensaba yo.
No es que Displace no sea disruptiva, que lo es y mucho, es el concepto de televisor el que se le queda pequeño y, por lo tanto, hay que buscar uno nuevo. Krishnan me habla del ambient computer, un ordenador que no vemos en su forma tradicional, que se integra en el entorno (de ahí su nombre), y que es fácil de utilizar. Un ejemplo de este formato serían los asistentes digitales como Alexa o Google Home, que tenemos en forma de altavoz y utilizamos mediante comandos de voz.
Si bien, desde que se anunciara en el CES de 2023, les he tenido encasillados en el ámbito de la televisión, Krishnan me ha explicado en todo momento que el concepto de Displace va más allá, para crear un sistema que supere las limitaciones del streaming tradicional para que la pantalla aporte una mejor experiencia al usuario y valor añadido más allá del mero contenido.
También tiene que ‘entender’ su contexto e interactuar con él, y ello comporta inteligencia artificial que, en el caso de los modelos de Displace TV, facilitan tareas como el reconocimiento gestual (mediante una doble cámara, en la que profundizaremos después) para identificar objetos que vemos en la emisión televisiva, y buscarlos por Internet y comprarlos o, por lo menos, algo que se le parezca.
Es el típico ejemplo de una chaqueta que vemos en el protagonista de una película y que desearíamos para nosotros. Ahora, y con el sistema de Displace TV, podremos buscarla -o la más similar que encontremos- y comprarla.
Y la compra requiere un pago, que se puede hacer desde el smartphone con sólo acercarlo a la pantalla.
La doble cámara, de la que ya dije antes que hablaría más, permite la ejecución de ciertas apps de salud que requieren de este elemento para determinadas funcionalidades, que no serían posibles con una única cámara. No obstante, tampoco profundizamos más en este particular.
Concepto portátil
Según me describió Balaji, un punto de fricción de los televisores actuales es el cableado: cada punto en el que queramos instalar una pantalla, debe contar con enchufe y toma de antena. Desde Displace querían hacer algo distinto en este sentido y, de ahí, el concepto de pantalla inalámbrica.
Eliminar el cableado implica la inclusión de un sistema de baterías que, en este caso, permite su intercambio en caliente y su carga por separado de la pantalla, con suficiente autonomía para cargarlas, aproximadamente, una vez por mes con una reproducción de contenidos normal, de unas cuantas horas al día, más los fines de semana.
Pero esta capacidad inalámbrica implica el poder mover la pantalla fácilmente para aprovecharla. De ahí que un aspecto crucial en este dispositivo sea su ligereza: la Displace TV está producida empleando materiales muy ligeros a la par que robustos.
Y, nuevamente, derivamos otra consecuencia de esta ligereza: si la podemos transportar fácilmente, también debemos poder ubicarla en cualquier sitio.
Si alguien que quiere instalar un televisor en su cocina, ya se ve libre de los cables y, además, tiene un aparato ligero para transportarlo con facilidad, solamente le queda un punto pendiente: poder colocarlo donde quiera.
Si dependemos de tener que encontrar una superficie plana para ubicar nuestro televisor, tal vez no la encontremos pero... ¿y si optamos por una pared? ¿por qué no en la puerta de la nevera?
La solución que Displace TV presenta a dicha necesidad es de sobra conocida: su sistema de succión por vacío con cuatro puntos de anclaje que, además, cuenta con una serie de sensores que escanean y analizan la pared para optimizar el anclaje y materializarlo en cuestión de segundos.
De esta forma, las Displace TV se pueden colocar sobre cristal y, según me dijo el fundador de la compañía, también se las piden para colocar en la parte exterior de grandes yates, o para festivales musicales, ya que en entornos efímeros es muy adecuada por no requerir infraestructura de instalación. Con una superficie basta.
Estas mismas características, junto a su capacidad para conformar fácilmente videowalls juntando varios ejemplares, convierten a estas pantallas en muy interesantes para aplicaciones de señalética digital en, por ejemplo, tiendas.
En definitiva, pues, Balaji Krishnan es consciente que lo que está fabricando es un ambient computer en forma de televisor pero, precisamente, como es mejor que un televisor convencional, destaca en tal categoría por delante de los demás.
Para la producción de los componentes, Displace busca trabajar con las mejores marcas, externalizando tanto lo que es la fabricación de las baterías, como el panel OLED (la marca LG salió a relucir en la conversación) o el módulo inalámbrico Wi-Fi (Qualcomm).
Ecosistema abierto
Una de las primeras normas para un ecosistema es la diversidad de aplicaciones, además de la integración entre varios dispositivos de una forma lo más transparente posible.
Para lograr dicha diversidad, Displace abre sus APIs para que terceras partes puedan utilizarla en la construcción de aplicaciones, en un modelo más parecido al que Google aplica con Android, de lo que hace Apple con el iPhone.
Así, hay que esperar que si estos aparatos siguen ganando éxito, también crezca su ecosistema y, por lo tanto, lo que se puede hacer con ellos. Y recordemos: más allá de lo que es meramente un televisor.
