Todo lo bueno se acaba. Tras 244 años la enciclopedia británica pone fin a su versión impresa y a partir de ahora sólo se publicará en formato electrónico.
Se trata sin duda de una pérdida debida a la fugacidad de los nuevos tiempos que corren que indica cuál es el paradigma hacia el cual nos dirigimos. Una institución del saber como ésta cierra sus puertas tras ser el baluarte de la cultura de las islas británicas durante más de dos siglos. En su haber quedan mitos como la participación de Freud, Einstein o Marie Curie. Otras personalidades como el escritor latinoamericano Jorge Luis Borges también quedaron encandiladas con la enciclopedia que pretendía tener en sus páginas todo lo conocido por el ser humano. De la lectura del argentino de ciertos pasajes de la enciclopedia nació su famoso cuento del Aleph que a tantos escritores ha iluminado.
Pero todo lo bueno se acaba o tal vez tiene que acabarse. Es una condición de progreso la reconversión hacia los nuevos tiempos futuros y la enciclopedia inglesa ha dado las primeras lecciones de lo que otras no van a tardar mucho en hacer. De momento la RAE ya se plantea llevar a cabo acciones similares en 2014.
De todos modos y como es evidente, que nadie crea que el saber ha quedado huérfano. Evidentemente no es una desaparición en toda regla. Se trata de una mudanza hacia la red.