Lo más habitual hace años es que en cualquier domicilio hubiera varios ordenadores: un sobremesa y uno o dos portátiles para los padres, y un sobremesa para los niños, por ejemplo, o incluso uno para cada hijo.
Desde 2011, la tendencia es que alguno o algunos de estos equipos sean sustituidos por un tablet o, incluso, por el smartphone, aparatos que cada vez ganan mayor potencia y funcionalidades. Y, pese a que no se ha impuesto todavía, la idea de futuro es que nuestro smartphone sea también nuestro ordenador gracias a la convergencia de dispositivos y un entorno gráfico que se adapta a una pantalla externa de mayor tamaño.
Esto último ya existe a día de hoy, lo han hecho Samsung y Huawei entre otros, pero todavía no convence a los usuarios finales.
Por el momento, pues, la mejor herramienta para trabajar cómodamente es un ordenador, bien sea de sobremesa, o portátil.
Y como el confinamiento que, en mayor o menor medida, todos los países han tenido que sufrir, ha llevado a la necesidad de pasar a teletrabajo muchos puestos que hasta ahora eran presenciales, han crecido las ventas de ordenadores.
Así lo podemos constatar gracias a este artículo publicado por el rotativo South China Morning Post, en el cual nos explican que los envíos de los fabricantes de PCs a las tiendas crecerán un 14,6% interanual.
La renovación de equipos antiguos, o la compra de equipos que hasta ahora no tenían un lugar en el hogar para poder afrontar este teletrabajo, motivarán principalmente este crecimiento.
También la educación aporta su granito
No solamente la fuerza laboral que tiene que trabajar a distancia desde sus domicilios ha impulsado la venta de PCs: quienes se preparan para entrar a formar parte de dicha fuerza laboral y para la vida en general, los estudiantes, también han necesitado más equipos informáticos para poder seguir las clases a distancia.
Las marcas más beneficiadas son Apple, Lenovo, con un incremento en sus ventas del 38,9%, Acer con un 29,3%, Lenovo con un 11,3%, y HP con un 11,2%.