Si repasáramos las bibliotecas de la mayoría de personas que no tienen una relación directa con las fuerzas armadas, y ello en cualquier país, es probable que en muy pocas encontráramos libros sobre doctrina militar.
A diferencia de la estrategia (planteamiento para alcanzar los objetivos de una campaña militar) y de la táctica (el empleo de los medios para ganar un enfrentamiento), la doctrina militar explica en qué forma el ejército debe conducir sus operaciones ante un enemigo.
Tal y como explica el think tank británico especializado en temas de defensa, Wavell Room, en este artículo, utilizando una máxima del famoso mariscal de campo alemán Erwin Rommel, las lecturas sobre doctrina acaban siendo poco habituales incluso dentro de cenáculos militares. Y ello lleva a que el estamento militar pierda riqueza de puntos de vista, opiniones, e ideas que podrían acabar enriqueciendo la misma doctrina.
La generación de esta, se lleva a cabo por parte de militares de alto rango y algunos civiles ligados al estamento militar, según explican desde Wavell Room, siempre un conjunto reducido de individuos, lo que conlleva que los contenidos de la doctrina puedan estar sesgados debido a las filias y fobias personales de los autores.
Ideas out-of-the-box, que se han demostrado tan necesarias en el pasado para el buen funcionamiento de la maquinaria militar (como en el caso del mago Maskelyne durante la campaña de África de la Segunda Guerra Mundial para el ejército británico), no fluyen con este modelo centralizado de generación de doctrina, por lo que Wavell Room analiza otro modelo, este descentralizado, recomendando su aplicación para la producción de la doctrina: la Wikipedia.
Si bien en la Wikipedia se pueden dar actos de vandalismo con el contenido (los llamados ‘hot edits’), el mismo mecanismo colaborativo para la creación, permite detectarlos y corregirlos.
Para Wavell Room, la publicación de doctrina en un sistema online similar, incluyendo los hiperenlaces que permiten acceder a las referencias cruzadas de información, debe permitir las contribuciones por parte de toda la comunidad de personas interesadas, incluyendo aquellas alejadas del estamento militar pero interesadas en temas de defensa, dando lugar a nuevas ideas y generando, a su vez, mayor interés en el tema, expandiendo con ello la comunidad que aporta.
También sería una forma de permitir a oficiales de menor rango, e incluso a soldados rasos o suboficiales interesados en hacer carrera en las fuerzas armadas, el aportar su granito de arena con ideas, seguramente muchas de ellas ‘out-of-the-box’.
Otro ejemplo que cita Wavell Room inspirado en el sector tecnológico es el Remote Manifesto de GitLab, una exitosa multinacional del software, dedicada a las herramientas de desarrollo de código fuente, concretamente a los repositorios para la sincronización del código desarrollado por varios programadores, la colaboración en el desarrollo, y el mantenimiento de versiones.
El Remote Manifesto consiste en un conjunto de valores y principios que definen la cultura de trabajo remoto de esta empresa, que carece de oficinas centrales (100% de la plantilla trabajando en remoto), además de establecer las pautas y normas de trabajo y acceso a los recursos de la compañía para sus trabajadores. Es decir, doctrina (aunque, en este caso, empresarial-corporativa). Dicho documento también está abierto a las contribuciones de la comunidad de usuarios y desarrolladores de los productos de GitLab, así como de actores externos a la compañía.
Una gran ventaja en este planteamiento es la evolución de la doctrina acorde a los nuevos tiempos, adelantándose incluso si cabe al futuro gracias a las aportaciones de expertos independientes.
Pese a toto esto, Pol Molas -presidente de la Societat d’Estudis Militars (SEM)- explica que el planteamiento de modelo descentralizado y el ejemplo de la Wikipedia, tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes: “en unas fuerzas de defensa, las tropas y el material son el hardware, mientras que la doctrina es el software. Por poner un ejemplo: tanto aliados como alemanes, disponían de tanques en la campaña de Francia de 1940, pero unos y otros los utilizaban de distinta manera. La doctrina se genera en un ciclo, donde un núcleo elige las lecciones que considera relevantes, extrae las conclusiones y lo sintetiza en documentos. Éstos se incorporan a las fuerzas mediante las divisiones de instrucción y finalmente se prueban en combate. Las lecciones que se obtengan en situaciones de combate validarán, refutarán o modificarán la doctrina cuando el ciclo vuelva a empezar. Entendido esto, que se haga en un formato abierto similar a una wiki, puede agilizar el ciclo, pero siempre tendrá que haber un núcleo con autoridad y amplios conocimientos que haga la selección y la síntesis”.
Como Steve Maguire, autor del artículo para Wavell Room y oficial del Real Regimiento Irlandés del Ejército Británico, afirma, este enfoque abierto no carece de ciertos riesgos, ya que por razones de seguridad, no es posible abrir el 100% de la doctrina al público, y las contribuciones deben acabar siendo validadas por un conjunto de expertos con participación gubernamental para que pasen a formar parte de la doctrina de las fuerzas armadas británicas.