Cada día utilizamos nuestros smartphones, tablets y ordenadores para consumir, hasta justo antes de irnos a dormir, contenidos audiovisuales, navegar por Internet, o revisar las redes sociales. Diversos estudios apuntan a que esta práctica nos lleva a dificultades para conciliar el sueño, producto del exceso de luz azul.
Esta, lo que hace es frenar la producción de melatonina, una hormona que tiene relación directa con los ciclos diurno y nocturno. Y, para evitar o minimizar ese efecto pernicioso, los productores de dispositivos y de sistemas operativos han creado dos funcionalidades que permiten minimizar la luz que llega a nuestros ojos, y que se pueden activar manualmente o bien programar para que se actúen de determinadas franjas horarias: el modo oscuro y el filtro de luz azul.
El primer consiste en cambiar los tonos de fondo claros por un fondo negro, mientras que el segundo consiste en cortar la emisión de luz azul mediante el cambio de tono de la imagen hacia colores más cálidos (anaranjándola un poco). Pero, ¿hasta que punto son efectivos estos artilugios?
Eso es lo que se ha preguntado la cadena televisiva Deutsche Welle, y con la respuesta han elaborado este breve reportaje.
Según los expertos consultados por el canal, el ojo humano parpadea una vez cada diez segundos aproximadamente. El efecto que provocan las pantallas es que parpadeemos con menor frecuencia, una vez cada 13 o 14 segundos, lo que lleva a mayor sequedad ocular y, por lo tanto, daños que, a la larga, se vuelven irreparables.
Según los mismos expertos, el uso del modo oscuro (recordemos: consistente en oscurecer los tonos y cambiar el fondo de pantalla de un color claro a solamente negro) no ofrece un beneficio para nuestro rendimiento ocular, pues nos obliga a fijar la vista de la misma forma. Es cierto que, en este caso, la información se ve de una forma más cómoda, pero ello no implica que minimice los efectos perniciosos sobre nuestro sueño.
No obstante, sí que ofrece un beneficio claro, concretamente a la batería: calculan que, para una pantalla OLED, el ahorro energético puede llegar a ser del 20% al final del día, lo cual no es nada despreciable en un dispositivo con el que, a veces, tenemos dificultades para llegar a la noche con algo de batería en el caso de un uso intensivo.
Si hablamos del filtro de luz azul, la cosa cambia y, de hecho, se recomienda incluso el uso de gafas de color amarillo que impidan el paso de este tipo de luz.
Por experiencia propia, puedo decir que prácticamente todas las ópticas ofrecen gafas con filtros de luz azul incorporados.