El Parlamento Europeo y el Consejo de Europa (entidad esta última que agrupa a 46 estados europeos, algunos de los cuales no forman parte de la UE) han anunciado un acuerdo que culmina el trabajo que la Comisión Europea presentara en 2022 para fijar la Ley de Datos, destinada a poner las reglas de juego para la economía basada en los datos recogidos de forma automática o solicitados a los usuarios, mediante Internet.
Uno de los principales objetivos de la nueva Ley de Datos europea es el de liberar los datos industriales, optimizando su accesibilidad y uso, y promover un mercado europeo del cloud (nube) que sea competitivo y fiable.
Entre las medidas que contempla la nueva ley, tenemos las que permiten a los usuarios de dispositivos conectados acceder a los datos generados por dichos dispositivos y sus servicios relacionados, que podrán compartir con terceros.
Para los consumidores finales, una de las medidas más interesantes consiste en la protección contra los términos contractuales injustos que se imponen unilateralmente. Esta, junto a las normas que otorgan a los clientes la libertad de cambiar entre diversos proveedores de servicios de procesamiento de datos en la nube.
Esta última norma busca promover la competencia y la elección en el mercado, evitando el bloqueo por parte de los proveedores. Además, el Acta de Datos incluye salvaguardas contra las transferencias de datos ilegales.
También prevé mecanismos para que los organismos del sector público puedan acceder y utilizar los datos en poder del sector privado en casos de emergencias públicas, como inundaciones e incendios forestales, o cuando se implementa un mandato legal donde los datos requeridos no están fácilmente disponibles por otros medios.
Finalmente, también tenemos un conjunto de medidas dirigidas a promover el desarrollo de normas de interoperabilidad para el intercambio y procesamiento de datos, en línea con la Estrategia de Normalización de la UE.
Con el advenimiento de la IoT y la IIoT (Internet de las Cosas y su versión industrial, respectivamente y por sus siglas en inglés), se prevé que el número de datos generados por dispositivos y sistemas se dispare en los próximos años, y que su recolección, almacenamiento, y análisis para sacar conclusiones, genere toda una nueva categoría económica.
Como reza la ya manida frase “los datos son el petróleo del siglo XXI”...