El asesinato de George Floyd está removiendo conciencias no sólo en los Estados Unidos, si no en todo el mundo. Y buena prueba de ello son las manifestaciones que se han celebrado a lo largo de estos últimos días en todas las grandes ciudades del mundo.
Pero, sin entrar a considerar ni tratar sus motivaciones, objetivos y argumentos, uno de los terrenos en los que han influenciado ha sido el tecnológico, concretamente en el del uso del reconocimiento facial por parte de las autoridades policiales.
Ya muy cuestionado desde que estas tecnologías se empezaran a aplicar, las informaciones (que, por otra parte, ya hace tiempo que circulaban por las redes) de sesgos en las identificaciones debido a las diferencias raciales, sesgos que perjudican principalmente a la comunidad negra, han acabado llevando a que las principales compañías suministradoras de esta tecnología se replanteen su trabajo.
La que ha sido más radical en este aspecto ha sido Amazon, que ha anunciado que se toma, de forma unilateral, una moratoria de un año en la implementación de sus soluciones de reconocimiento facial para cuerpos policiales.
Algunos activistas en favor de las libertades civiles de los Estados Unidos habían acusado a la tecnología de Amazon de no ser muy precisa, especialmente en la identificación de personas de raza negra, lo que llevaba a detenciones erróneas.
También de sentar las bases para un estado totalitario, basándose en el uso que el gobierno chino da al reconocimiento facial.
Si bien hasta ahora desde Amazon siempre se habían negado estas acusaciones, y sin referirse a ellas, desde la compañía fundada por Jeff Bezos se indica que la decisión de tomarse una moratoria de un año de plazo es para dar tiempo a la administración federal norteamericana y, más concretamente, al congreso, para que tome cartas en el asunto legislando sobre el uso de la tecnología de reconocimiento facial en manos policiales.
Desde Amazon también se ponen a disposición de dicha administración para colaborar en la redacción de dicho marco legal.
La competencia de Amazon, con nombres como Microsoft e IBM entre sus filas, no ha abrazado en su conjunto la moratoria de un año que la compañía de Jeff Bezos ha anunciado, pero de una forma u otra, también están todas las compañías revisando sus políticas de ventas.