Si hace medio año hubiéramos dicho que una investigadora en una Universidad británica de Leicester está realizando un estudio sobre la comunicación en los nuevos medios como Facebook, los blogs o los foros, nadie hubiera creído que la prestigiosa universidad inglesa permitiera este tipo tesis en el seno de sus edificios.
Hoy por hoy no parece nada extraño que se lleven a cabo tales estudios. Además, y eso si que es la repera, interesan. Interesa tal y como los datos aportados por la investigadora en cuestión, Ruth Page, los presenta.
La investigadora hace una radiografía sobre los Twitter de los famosos. Asegurando que la red social de mensajería corta permite establecer una clara falsedad. El usuario y fan a la vez puede pensar (seguramente queriendo) que la relación establecida con el famoso es del todo cierta. De todas formas el estudio revela que la relación existente entre uno y otro es del todo ficticia e impersonal.
Para los famosos el Twitter así como el Facebook tan sólo son plataformas publicitarias desde las que anunciarse como productos. En ese sentido parece lógico que las estrellas de los “mass media” tenga 60 veces más seguidores que personajes a los que ellos siguen.
Internet es esa gran plataforma que alimenta este tipo de incongruencias. De todas formas son los fans los que llegan a creer que su ídolo los escucha y los conoce. En realidad tan sólo están solos delante de un monitor de luces.