"Sí, está en la lista de tareas pendientes", así se expresaba Elon Musk a través de X en respuesta a la afirmación de un perfil en la misma red social, correspondiente a un diseñador gráfico y de interfaz de usuario del proyecto Dogecoin, sobre lo bueno que sería un servicio de correo electrónico de X.
Se da la circunstancia de que Musk ha promocionado, ya desde antes de adquirir Twitter y cambiarla de nombre a X, la criptomoneda Dogecoin, por lo que la afirmación en respuesta a uno de los empleados de dicho proyecto, podría interpretarse como una maniobra de promoción de este futuro servicio para generar expectativa, aunque también nos podríamos encontrar ante una afirmación gratuita del ‘personaje’ Musk, más allá de la persona y el empresario.
De hecho, Musk ya ha mencionado muchas veces su voluntad de convertir a X en una aplicación y servicio universales, lo que significa que debería ofrecer múltiples servicios, y no solamente el de microblogging. La adición de inteligencia artificial generativa mediante Grok, constituye un buen ejemplo de dicha voluntad.
En una Internet en la que Gmail (el servicio de correo electrónico de Google) supera los 1.500 millones de usuarios, Outlook (Microsoft) los 400 millones, y Yahoo! Mail los 225 millones, sin contar las soluciones corporativas como Google Workspace y Microsoft 365, ¿qué futuro presenta exactamente un nuevo servicio de correo electrónico ligado a X?
En cualquier caso, recordemos que la afirmación de Musk no constituye una confirmación de que el servicio vaya a ser lanzado, pero sí un indicio de una posibilidad ciertamente factible.
Implicaciones para la ciberseguridad
Las expectativas creadas por esta suerte de ‘pseudo anuncio’ con incógnita, podrían alentar a ciberdelincuentes a difundir correos falsos con esquemas de phishing para aprovechar la expectación y curiosidad generada en torno a la supuesta inminencia de este nuevo producto de X.
Por lo tanto, no sería descabellado que a lo largo de los próximos meses, y en especial a los actuales más de 400 millones de usuarios de X, les puedan llegar mensajes de correo electrónico anunciando la salida al mercado del supuesto servicio que, en realidad, podrían constituir trampas para captar datos personales o instalar malware en los ordenadores de los internautas.
Por lo tanto, la única información válida y a seguir, será la que emane de la misma X, así como lo que se pueda leer en medios de comunicación fiables.