El uso de dispositivos conectados a Internet por parte de menores de edad no ha dejado de crecer durante los últimos años y, con él, la preocupación de padres y tutores. Para apoyarles en esta difícil tarea ESET, compañía pionera en protección antivirus y experta en ciberseguridad, ofrece una serie de recomendaciones que permitirán reducir al máximo la posibilidad de que los niños se vean afectados por estas amenazas, aplicando herramientas y procedimientos que mejoran la seguridad de sus dispositivos móviles.
Smartphones, compañeros de confianza de los niños
Con el inicio del nuevo curso y de vuelta a las aulas, los niños volverán a los colegios acompañados de sus móviles, ya sea para compartir apuntes, jugar o participar en nuevos retos en las redes sociales, o incluso utilizarlos para asistir a las clases que se imparten online.
No obstante, si los padres no están pendientes de la actividad de sus hijos en sus dispositivos móviles inteligentes, es probable que los niños pierdan la concentración y se desvíen de los estudios con actividades que les resulten más entretenidas. Además, aquellos a cargo de menores no pueden olvidar las ciberamenazas que están siempre presentes en Internet, desde el ciberacoso hasta las estafas o los depredadores infantiles.
Normas básicas para la seguridad en el uso de móviles
Afortunadamente, hay formas de reducir las posibilidades de que se produzcan cualquiera de estos escenarios y amenazas, aplicando una serie de herramientas y procedimientos de seguridad en los móviles, algunas de las cuales se detallan a continuación:
Volviendo a la importancia de las contraseñas: Las contraseñas seguras son la primera línea de defensa que evitará que cualquier persona externa acceda a los valiosos datos de los menores, almacenados en sus aplicaciones móviles. Estas contraseñas deben ser sólidas y seguras, por lo que en su configuración se deben aplicar las mejores prácticas de creación de contraseñas.
La cantidad de credenciales de acceso necesarias para utilizar varios servicios y aplicaciones tiende a acumularse, por lo que también sería útil recurrir a un gestor de contraseñas; esto hará que todo el proceso sea más fácil y que los menores no tengan que escribirlas manualmente cada vez que quieran navegar por las aplicaciones de su smartphone.
Cómo establecer un bloqueo de pantalla efectivo para acceder al móvil. Aunque se trate de algo obvio, siguen sin utilizarlo incluso muchos mayores. Al igual que las contraseñas, los bloqueos impiden el acceso de cualquier persona al dispositivo y este debería ser el primer procedimiento a realizar con un menor, una vez que el mismo tenga su primer teléfono inteligente. Sobre todo, porque, si su smartphone se deja desatendido y sin la debida seguridad, alguien puede hurgar en sus mensajes o medios privados, e incluso puede hacer circular el contenido por la escuela y el material podría utilizarse para el ciberacoso.
Existen múltiples opciones de bloqueo, desde códigos de acceso y bloqueos de patrones hasta bloqueos biométricos. En la primera opción, se aconseja crear un código de acceso alfanumérico fuerte, pero mejor aún: las diferentes opciones de bloqueo deben usarse en conjunto, eligiendo siempre una combinación de características de bloqueo, en lugar de optar por una sola. Una combinación óptima sería utilizar dos factores de autenticación distintos, como un bloqueo biométrico y un código de acceso.
Dotarse de las soluciones de seguridad adecuadas: El siguiente paso debería ser proteger los smartphones de los hijos con una solución de seguridad de confianza. Esto puede protegerlos de la mayoría de los tipos de amenazas existentes en línea, incluidos los enlaces dudosos de una fuente desconocida que podrían redirigirlos a un sitio web malicioso que infecte sus dispositivos con malware, o engañarlos para que entreguen sus credenciales. Los niños suelen ser especialmente ingenuos, por lo que un software de seguridad de confianza puede ayudar a los padres y tutores a estar tranquilos, sabiendo que sus hijos están bien protegidos.
Puntos a tener en cuenta en el uso del Control Parental: Aunque algunos padres muestran desconocimiento, indiferencia e incluso reniegan de la obligación de ayudar a sus hijos en lidiar con los riesgos de Internet, por no sentirse preparados para ello, otros optan por una aproximación más proactiva, mediante la instalación de programas de control parental y la monitorización de la actividad del menor en redes sociales. Esto podría parecer la solución definitiva para muchos progenitores, pero también plantea dudas jurídicas. Además, en caso de no realizarse correctamente puede ser “peor el remedio que la enfermedad”.
Se trata de unas herramientas que proporcionan información muy útil sobre los hábitos de uso del menor, ya que permiten ver qué webs visita, qué aplicaciones usa más a menudo e incluso, con quién conversa. Sin embargo, esto debe hacerse cumpliendo la legalidad vigente que establece que, para mayores de 14 años, se debe contar con el consentimiento del menor, si no queremos enfrentarnos a posibles consecuencias penales.
Por ese motivo, las aplicaciones de control parental se deben usar adecuadamente, informando siempre al menor de su uso y aprovechando la información que proporcionan para entablar conversaciones que ayuden a su desarrollo y que respondan a sus inquietudes.
En el mercado existen diferentes soluciones de ciberseguridad específicas, como ESET Parental Control para Android, con el que los padres pueden ayudar a sus hijos a navegar con responsabilidad, administrar las aplicaciones y sitios web que visitan, y decidir qué es lo mejor para ellos. Con este aplicativo, asimismo, los padres pueden ver dónde están sus hijos en cada momento y enviarles mensajes que aparecerán directamente en las pantallas de sus dispositivos.