Hace tiempo que GNU/Linux perdió la batalla de los escritorios frente a Microsoft Windows y, en menor medida, macOS. Nunca tuvo una oportunidad, apenas ha pasado históricamente del 1-2% de la cuota del mercado, aunque distribuciones del sistema del pingüino hay casi tantas como usuarios en el escritorio.
Una constante histórica en el ecosistema Linux para intentar atraer a usuarios de Windows ha sido acercar la interfaz gráfica de usuario y su funcionalidad a la del sistema operativo de Microsoft, para que el cambio fuera paulatino. Buen ejemplo de esto es KDE, un entorno gráfico que nació al calor de la renovada interfaz de Windows 95.
Algunas distribuciones han intentado acercar más que otras el look&feel de Windows al usuario linuxero, pero ninguna ha ido más allá que Linuxfx o Windowsfx, dos nombres distintos para la misma distribución, según donde miremos; mientras que en el sitio web se habla de Linuxfx, una vez en funcionamiento en un ordenador, podemos ver la denominación Windowsfx por todas partes. Es parte del ‘engaño’.
Y es que la mimetización del look&feel de la plataforma de Microsoft es total. Incluso el panel de control se ha hecho exactamente igual, de forma que quien lo utiliza puede creer a pies juntillas que está trabajando con el Windows de Microsoft. El sistema, incluso se identifica como Windowsfx 10.3 Professional.
No obstante, esta ‘fx’ es uno de los pequeños detalles que, con solo fijarnos un poco, nos pueden delatar que el verdadero corazón que late bajo la carrocería de estilo Windows, es en realidad un núcleo Linux.
Otro de estos detalles es que, cuando vamos a consultar la información sobre el sistema en el panel de control, este nos informa que la compilación está basada en Focal Fossa, el nombre de la última versión lanzada por Ubuntu, y que lleva por número el 20.04.
La magia del escritorio personalizable
Pero ¿cómo es posible esta mimetización de la interfaz de usuario? El equipo de desarrollo de Linuxfx/Windowsfx ha utilizado el escritorio Cinnamon con un tema del proyecto b00merang, el cual mimetiza el aspecto de distintas versiones de diversos sistemas operativos como macOS, Solaris o Windows, para los versátiles entornos gráficos de GNU/Linux.
Con un tema ya creado para Windows 10, al equipo de desarrollo de Windowsfx sólo le ha quedado la tarea de integrarlo, y cambiar la pantalla inicial de cuando se carga el sistema (splash screen) y algún detalle más para asimilar el aspecto de Linux a Windows.
¿Qué ventaja puede tener? Pues lo comentado antes: los usuarios de Microsoft Windows lo tendrán mucho más fácil para migrar a Linux porque, incluso, es posible que no se den cuenta de que, en realidad, están trabajando con otro sistema operativo.