Mientras gobiernos de países repartidos por todo el mundo intentan electrificar las flotas de vehículos de sus ciudadanos y los fabricantes se esfuerzan en sacar al mercado coches más respetuosos con el medio ambiente, algunos van más allá. Es el caso de un grupo de estudiantes de la Universidad Tecnológica de Eindhoven (Países Bajos), que han creado un coche que no solamente no genera emisiones, sino que por allí donde pasa, limpia más el aire.
El ZEM (Zero Emission Mobility) es el prototipo de lo que, probablemente, es el único modelo de coche existente actualmente que permite al conductor reducir su huella de carbono.
Para ello, el vehículo echa mano de una serie de tecnologías, que empiezan con su construcción, realizada en impresión 3D a partir de plástico reciclado.
Sobre la carrocería se disponen una serie de placas solares que le permiten autogenerar de forma independiente hasta un 15% del total de la energía eléctrica que consume, y que pasa a sus baterías. Un par de dispositivos de captura de carbono se esconden tras la rejilla frontal del vehículo, cuya misión es la de capturar el CO2 a medida que circula, para reconvertirlo, por ejemplo, en combustible.
Una posibilidad que seguramente algunos lectores encontrarán más provechosa o, por lo menos, interesante, es que con dicho carbono se pueda llegar a producir cerveza. Recordemos que, para los buenos cerveceros, decir Países Bajos equivale a decir Heineken...
Gracias a este trabajo continuado de limpieza de la atmósfera, el ZEM es capaz de borrar la huella de carbono que produce con la fabricación de sus baterías (la extracción y el posterior tratamiento del litio, por ejemplo, genera mucho dióxido de carbono).
Este equipo de estudiantes no para, y tienen también otro proyecto, Luca, un pequeño utilitzario realizado a partir de desechos, y que nos permite ver cómo sacarle el máximo provecho a toda la basura que generamos.