Por lo que los medios tradicionales y masivos nos muestran los Estados Unidos es un territorio donde las grandes empresas campan a sus anchas. Un lugar en el lo que lo privado es una religión y las transnacionales son los verdaderos garantes de la vida pública.
Resulta extraño ver como la realidad va tan despareja a lo que pensamos. Porque sino las firmas del sector tecnológico tienen tantos problemas en el viejo continente. No es la primera vez ni será la última en que una gran empresa sale a la palestra europea para ser acusada de practicar tácticas poco amistosas en el mundo de los negocios.
Puede que el control europeo haga surgir a la luz la peor cara de firmas como Google o Apple. Sin embargo también puede ser que Europa sea un campo perfectamente abonado para que estas dos firmas principalmente hagan lo que quieran.
En la noticia que nos atañe se trata de Apple. Según el Financial Times la Comisión Europea está investigando si la compañía de la manzana ha usado tácticas anticompetitivas y restricciones técnicas en la venta de su iPhone.
Apple se ha apresurado a desmentir tales acusaciones afirmando que sus contratos con las operadoras cumplen toda la legislación, de todos modos no es la primera vez ni será la última en que grandes compañías americanas emplean la vieja Europa para desarrollar sus políticas más monopolísticas. Es por este motivo que cuanto menos Apple es sospechosa de actuar de la forma contraria.
En resumen, o en los Estados Unidos las empresas campan verdaderamente a sus anchas o en Europa nos hemos tragado el sapo de la competencia leal.