Cada acción que realizamos en Internet, desde la navegación hasta la interacción en redes sociales, puede dejar un rastro que otros pueden seguir; y entre estas huellas digitales, una de las más críticas es nuestra dirección IP. En las manos equivocadas, este dato puede ser utilizado con fines maliciosos y los ciberdelincuentes pueden acceder a ellas a través de herramientas conocidas como capturadores de IP. ESET, compañía líder en ciberseguridad, desentraña su funcionamiento y proporciona las mejores estrategias para protegerse contra posibles riesgos.
La dirección del Protocolo de Internet, o IP por sus siglas en inglés, es un identificador único asignado a cada dispositivo que se conecta a una red. Esta dirección permite que los dispositivos se reconozcan entre sí y se comuniquen a través de Internet. Es comparable a una tarjeta de identificación digital que, aunque no revela información personal detallada, proporciona datos relevantes sobre la ubicación general del dispositivo y su actividad en la red.
"Cada vez que un dispositivo se conecta a Internet, deja una huella digital compuesta por varios identificadores únicos, entre ellos, la dirección IP. Esta huella digital permite a los sitios web y servicios online verificar la autenticidad de las conexiones y protegerse contra actividades fraudulentas", señala Josep Albors, director de investigación y concienciación de ESET España. “Sin embargo, también abre la puerta a potenciales abusos si cae en manos equivocadas, por lo que es crucial conocer los riesgos a los que nos exponemos y desplegar las medidas de seguridad necesarias para protegerla”.
¿Qué son los capturadores de IP?
Los capturadores de IP son herramientas diseñadas para registrar la dirección IP de los dispositivos que interactúan con ciertos enlaces o sitios web. Estos capturadores funcionan mediante la inclusión de hipervínculos en mensajes, publicaciones o correos electrónicos. Al hacer clic en ellos, la dirección IP del usuario se registra y almacena. Esta información puede ser utilizada por empresas legítimas, por ejemplo, para personalizar sus anuncios publicitarios, pero también puede ser aprovechada por actores maliciosos.
Al revelar la ubicación geográfica aproximada de los usuarios, la dirección IP puede facilitar la segmentación y seguimiento del usuario, lo que puede facilitar a los ciberdelincuentes seleccionar objetivos específicos con fines malintencionados. Además, también puede ser utilizada para obtener información adicional como la actividad online y las visitas a páginas web, lo que puede facilitar el desarrollo de técnicas de ingeniería social que desemboquen en ataques de phishing.
Otra forma de ataque común son los ataques de denegación de servicio (DDoS), donde, al obtener la dirección IP, el atacante sobrecarga con multiples peticiones de conexión al sistema de la víctima, saturándolo y dejándolo inaccesible.. También pueden hacerse pasar por la víctima usando esta IP y cometer actividades ilícitas sin su consentimiento, enmascarando su verdadera identidad y complicando la detección de sus actos.
Cómo protegerse contra los capturadores de IP
Para protegerte contra estos posibles riesgos y mantener una presencia digital segura, ESET presenta cinco medidas básicas para protegerte de ataques que quieran aprovechar tu dirección IP:
- Evitar hacer clic en enlaces desconocidos: No hagas clic en enlaces de origen desconocido o sospechoso, ya que pueden redirigir a sitios maliciosos diseñados para capturar direcciones IP. Verifica la autenticidad de los correos electrónicos y mensajes para asegurarte de que provienen de una fuente confiable.
- Utilizar una VPN: Las redes privadas virtuales (VPN) son una herramienta efectiva para ocultar tu dirección IP real, redirigiendo el tráfico a través de servidores en diferentes ubicaciones. Es recomendable evitar las VPN gratuitas, ya que pueden vender nuestra información de navegación a terceros o tener medidas de seguridad deficientes.
- Configurar un firewall robusto: Asegúrate de que el firewall del enrutador y de los dispositivos esté bien configurado y utiliza contraseñas fuertes y únicas para prevenir intentos no autorizados de acceso a la red.
- Mantener el software de seguridad actualizado: Utiliza soluciones de seguridad de confianza y mantenlas actualizadas para protegerte contra las amenazas más novedosas.
Educarse sobre ciberseguridad: La mejor defensa contra cualquier amenaza es el conocimiento. Mantente informado sobre las últimas tácticas utilizadas por los ciberdelincuentes y las mejores prácticas para protegerte.
