Libra, como el símbolo del zodíaco (que así se llama también en inglés; la libra esterlina es el ‘pound’ en el idioma de Shakespeare), es el nombre que Facebook ha elegido para su criptomoneda, un proyecto que hacía tiempo que se rumoreaba y que se daba por seguro, quedando solamente pendiente el cuando y el cómo exactamente.
La compañía de Mark Zuckerberg no está sola en esta aventura, y así como Google creó la Open Handset Alliance en 2007 para promover el desarrollo de Android, abriendo las puertas a otras empresas para que jugaran con un juguete que era suyo, Facebook ha hecho lo mismo creando la Libra Association.
En esta participan empresas del terreno de los pagos electrónicos como PayPal, Mastercard o Visa, marketplaces como eBay, servicios online como Spotify o Uber, de las telecomunicaciones como Vodafone, de tecnología blockchain como Coinbase o Xapo, inversores como Andreessen Horowitz o Thrive Capital, o instituciones como el Women’s World Banking.
Y Libra nace también ya con un Wallet, Calibra, el cual se podrá encontrar como aplicación standalone (es decir, sin necesitar nada más), o bien aparejado en WhatsApp y Messenger.
Con más de mil millones de usuarios por todo el mundo, y presente en mercados en los que el intercambio de dinero por medios electrónicos es más habitual que las operaciones con dinero en efectivo o tarjetas, la nueva criptomoneda tiene ante sí un panorama que le es, a priori, favorable en oportunidades.
Para poder empezar a utilizar Libra no nos falta mucho, pues Facebook ha indicado que quiere poner su criptomoneda en circulación no más allá de la primera mitad del 2020, por lo que, a lo sumo, nos queda un año de espera.
Aspectos poco claros
Desde Facebook se ha asegurado que no habrá forma de relacionar la identidad real de una persona con una transacción online utilizando Libra, para tranquilizar a las voces discrepantes preocupadas por el tema de la privacidad.
Los datos de los usuarios de Libra se mantendrán separados de los de Facebook o de WhatsApp, han asegurado desde Facebook. No obstante, y dado el turbulento pasado de Facebook en el tema de la privacidad, a muchos estas afirmaciones les han sonado a vanas palabras para calmar los ánimos, seguros que el día de mañana, los chicos de Mark Zuckerberg podrían recurrir al conocido “donde dije digo, ahora digo Diego” aduciendo cualquier excusa para mezclar todos los datos.
En el mismo sentido se han posicionado varios miembros del gobierno norteamericano, como Maxine Waters, presidenta del Comité de la Cámara de Servicios Financieros de los Estados Unidos, citada por Reuters.
En otros casos, se da un balón de oxígeno a Facebook, como en el caso del gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, quien ha asegurado a la misma agencia de prensa que tiene la mente abierta por lo que respecta al uso de criptomonedas, aunque se ha sumado a la advertencia del ministro de economía francés, Bruno Le Maire, sobre que las compañías tecnológicas que desarrollan productos financieros deben estar sujetas a una mayor regulación y más controles.
