La carrera por conectar directamente el cerebro con un sistema informático ya ha empezado. Públicamente, uno de los contendientes ha tomado ventaja, concretamente Elon Musk, que hace unos días presentaba su nueva iniciativa empresarial, Neuralink.
El objetivo de esta es permitir la conexión directa del cerebro a Internet para poder utilizar una inteligencia artificial que nos convertiría en “humanos aumentados”, es decir, para aumentar nuestra capacidad de procesamiento de datos y de cómputo.
Por otra senda discurre la línea de investigación de Facebook, que apunta más a facilitar el control de unas gafas de realidad virtual o aumentada mediante los pensamientos directamente, sin tener que manipular ningún mando o utilizar la voz.
Para ello, la compañía de Mark Zuckerberg ha financiado, entre otros, un equipo de investigadores de la Universidad de California en San Francisco, que recientemente publicaba en la revista Nature Communications un estudio sobre la interpretación de diálogos que ha logrado con la tecnología que ha desarrollado.
Dicha tecnología puede permitir dar la palabra a aquellas personas que carecen de habla, mediante la interpretación de las palabras y su posterior sintetización. Esto se materializaría en un sistema similar al utilizado por el científico Stephen Hawking en su silla de ruedas, pero accionado por el pensamiento en vez de por movimientos musculares, que era la forma en que él lo controlaba.
Para llegar a este estado, lo que hizo el grupo de investigadores californianos fue analizar las señales generadas por el cerebro durante un diálogo, para ser capaces de diferenciar, en primer lugar, las señales correspondientes a la escucha y a aquellas correspondientes a las respuestas.
La interfaz creada es capaz de decodificar incluso las palabras utilizadas, por lo que es fácil imaginar lo que viene a continuación: si podemos conectarlo a un sistema de sintetización de voz, una persona que ha perdido el habla por el motivo que sea, puede recuperarla. Además, sin tener que hacer nada más que pensar en lo que quiere decir.