La red social creada por Mark Zuckerberg continúa su cruzada contra las fake news ‘atacando’ los últimos rumores difundidos en sus páginas sobre el tema del que más se habla estos días: la COVID-19 (Coronavirus).
Según explica la propia Facebook en un post de su blog, hasta ahora la red social ha potenciado la visibilidad de la información procedente de las organizaciones del ámbito médico y de la salud, tanto a nivel internacional (como la OMS, Organización Mundial de la Salud), como a nivel nacional de cada país, pero admite que esto es sólo la mitad del trabajo, y que lo que se requiere también es combatir la desinformación.
Para ello, utilizará los servicios de más de 60 fact-checkers, organizaciones dedicadas a contrastar los datos de una noticia o afirmación y, por lo tanto, a catalogar las informaciones como fiables o fake news. Estos fact-checkers trabajan en las redes sociales en un total de 50 lenguas, y desde Facebook siguen sumando organizaciones dedicadas al fact-checking y esperan ampliar esas cinco decenas de lenguas en las que se ofrece el servicio.
Estos fact-checkers con los que trabaja Facebook se agrupan bajo el paraguas de la International Fact-Checking Network, a la cual la compañía de Mark Zuckerberg ha donado un millón de dólares.
¿Qué pasa cuando se marca una información como fake news?
Pues que se reduce su distribución. Recordemos que Facebook nos presenta los contenidos según un algoritmo. Es muy fácil que dicho algoritmo tenga en cuenta las informaciones marcadas como fake news para presentarlas más abajo en el timeline.
No es la única medida adoptada por Facebook; si el usuario llega a ver algunas de las fake news, las verá con etiquetas indicativas de que las han marcado como tal estas entidades, y también se mostrará más información para poner el contenido en contexto.
Facebook también se reserva el derecho de poder llegar a retirar las informaciones falsas que detecte, en los casos que considere que pueden ser peligrosas. En este caso, se informará en el timeline de los usuarios que hayan interactuado con las notícias retiradas, como aquellos que les hayan hecho like o algún comentario, redirigiéndolos a las informaciones de la OMS que desmontan los mitos sobre la COVID-19.
Toda esta panoplia de acciones para poner en evidencia las informaciones falsas, viene también acompañada de nuevas informaciones que Facebook ha añadido a su centro de noticias sobre la COVID-19.
¿Hasta dónde se puede considerar fake news?
Pese a que la iniciativa de Facebook sea bienintencionada, no deja de estar al filo de lo que podemos considerar censura. Desde la compañía de la red social han especificado que considerarán las informaciones de la OMS y otros estamentos médicos como correctas, pero ¿dónde estará el límite para lo que consideren fake news?
El engaño siempre ha sido, es, y continuará siendo, un problema. Pero más peliagudo es todavía recortar la libertad de expresión. Ante esto, ¿qué alternativa tendríamos?
