“Los ricos quieren pagar con Bitcoin” podría ser la máxima que le valga a la marca italiana del caballo rampante para adoptar la decisión de permitir el pago de sus coches superdeportivos de lujo con la popular criptomoneda, que ya ha entrado en vigor en los Estados Unidos y que más adelante se implantará también en Europa y en el resto del mundo en los países que acepten el pago en esta criptomoneda de forma legal, según informan desde Reuters.
Para no estar sujeta a la volatilidad del mercado de las criptomonedas en general, y a la del Bitcoin en particular, Ferrari ha llegado a un acuerdo con la firma BitPay, que es uno de los mayores procesadores de pagos en criptomonedas del mundo, y que acepta transacciones en Ether, además de Bitcoin.
Esta colaboración está pensada para realizar la conversión inmediata de los pagos en Bitcoin a dólares estadounidenses, con lo que la marca busca blindarse ante las fluctuaciones del valor del Bitcoin en el mercado.
De aquí se puede desprender que Ferrari no dispondrá de activos en Bitcoin, sino que los transformará de forma inmediata -o a muy corto plazo- en dólares, quedando el Bitcoin solamente como una forma para facilitar el pago. Además, la firma italiana trabaja con concesionarios, y esta es una forma de proteger a dichos concesionarios -que no dejan de ser terceras partes- de una posible depreciación rápida de la criptomoneda.
Cabe suponer, también, que la cifra a abonar en Bitcoin por un superdeportivo de lujo de la marca, será el cambio exacto y dependiente del cambio de la criptomoneda a dólares en aquel momento.
De hecho, las idas y venidas del Bitcoin han sido espectaculares en estos últimos cinco años, llegando a cotas máximas superiores a los 60.000 euros, y con bajadas en relativamente poco tiempo que lo dejaron por debajo de los 20.000 euros. Actualmente, su cotización se encuentra más estabilizada entre los 25.000 y los 30.000 euros el Bitcoin, una vez pasado el principal bullicio del mercado tanto de las criptomonedas como de los NFTs, aunque ello no significa que este mercado no pueda verse sacudido de un momento a otro.
Estas idas y venidas de su cotización son producto de una alta volatilidad, una escasa e inconsistente regulación, un consumo energético para su minado y trazabilidad siempre fuente de polémica, y su uso como moneda de cambio para fines opacos y que se escapan a la tributación de impuestos. Estos factores han provocado también el alejamiento generalizado de las grandes empresas del Bitcoin y otras criptomonedas como forma de cobro y pago.
Según declara Enrico Galliera, jefe de marketing y comercial de Ferrari a Reuters, la decisión se ha visto impulsada por las demandas de los clientes de la prestigiosa firma italiana, una cartera que incluye tanto a jóvenes emprendedores criptográficos como a inversores más tradicionales que buscan diversificar sus carteras y, por ello, han entrado en el mundo de las criptodivisas.
Cabe recordar que esta misma iniciativa fue lanzada por Tesla en marzo de 2021 en los Estados Unidos, habida cuenta de la pasión que Elon Musk dice sentir por las criptomonedas, pero la finiquitó poco más de un mes y medio después, con la excusa de que la producción de Bitcoin dependía del consumo de combustibles fósiles y, por lo tanto, algo que iba en contra de los principios básicos de la compañía.
Entonces, este abandono por parte de Tesla (que había invertido en Bitcoins), provocó una caída de más del 12% en la cotización de dicha criptomoneda.
En las mismas declaraciones a Reuters, Galliera aseguró que el compromiso de Ferrari con la neutralidad de carbono para 2030 se mantiene firme, destacando los esfuerzos del mundo de las criptomonedas en general para disminuir su impacto ambiental mediante software más eficiente y el uso de energías renovables.
La llegada a Europa de los pagos en Bitcoin por coches Ferrari está prevista para el primer trimestre del próximo año. Desde Ferrari no se han dado cifras sobre predicciones de compras que se podrían acabar realizando en Bitcoin.
