Los más neófitos de la red consideran que todo está perfecto, que en esto de internet no hay problemas y que si existe algún tipo de error se debe a la actuación de los humanos que usan el medio. De todas formas esas afirmaciones son del todo desacertadas. Es cierto que la mano que mece no siempre es todo lo suave que desearíamos de todos modos ¿se debe a la poca precisión humana o al hecho de que hay una distancia aun demasiado grande entre la red y los consumidores?
Un ejemplo en las últimas semanas ponía de manifiesto que la red aun es un caballo un tanto desbocado que hay que saber apaciguar.
Dos seriales televisivos desvelaban los finales de los esperados capítulos en la red. Nada extraño si no tenemos en cuenta que hay un sinfín de usuarios que se dedican a ver los capítulos a través de la red. Muchos espectadores que al no poder asistir al evento televisado confían en saciar sus ansias de intriga en la red.
De esta forma en la red de Telecinco y Antena 3 aparecían los videos de esos esperados capítulos. Todo bien si no fuera porque en el mismo enlace de video aparecía información vital que desvelaba el secreto en todo su esplendor.
Es decir, no había ningún hacker ni mal trabajador mostrando el secreto, eran los propios servicios de las dos cadenas quienes daban la información.
Eso nos hace reflexionar acerca del hecho de que ni los mismos que trabajan en el mundo de internet saben a veces como debe funcionar el medio. Cada vez hay más espectadores que confían en la red por lo tanto este medio debe ser interpretado como un canal en igualdad con la caja tonta.