La búsqueda de una plaza de aparcamiento puede ser un esfuerzo desalentador, y cuando se encuentra un espacio, las cosas pueden resultar complicadas. ¿La solución? Dejar que lo haga el vehículo.
En el marco de una colaboración de la Asociación Alemana de la Industria del Automóvil, Ford se ha asociado con proveedores de infraestructuras y empresas tecnológicas, entre ellas Bosch, para demostrar el potencial de un vehículo conectado que se comunica con la infraestructura de los aparcamientos no sólo para encontrar una plaza, sino para aparcar él mismo. El aparcamiento automatizado permite a los conductores utilizar una aplicación para enviar el vehículo a una maniobra de aparcamiento automatizada, todo ello desde fuera del vehículo.
Esta tecnología, que se encuentra en fase de investigación y demostración, elimina el estrés de aparcar y podría ampliarse para permitir a los conductores enviar el vehículo a un túnel de lavado o a una estación de recarga, o incluso hacer que se entreguen paquetes al vehículo en el aparcamiento. Ford hará una demostración del sistema Automated Valet Parking en la feria IAA de Múnich, que se celebrará del 6 al 12 de septiembre.
En Europa, una plaza de aparcamiento estándar mide 2,44 metros por 4,88 metros. Pero aunque los vehículos son cada vez más grandes a lo largo de los años, muchas plazas de aparcamiento siguen teniendo el mismo tamaño. El Automated Valet Parking podría permitir aparcar hasta un 20% más de vehículos en un aparcamiento, sin que se produzcan daños por aparcar demasiado cerca unos de otros o por que los ocupantes abran las puertas contra otros vehículos.
¿Cómo funciona?
Con este aparcacoches automatizado, la tecnología de sensores instalada en el aparcamiento toma el control del vehículo y gestiona todo el tráfico dentro del área de aparcamiento. Esto se hace a través de comunicación vehículo-infraestructura.
Los sensores del aparcamiento reconocen y localizan el vehículo para guiar su maniobra de aparcamiento. Si la infraestructura detecta algo en la trayectoria del vehículo, como un peatón, un vehículo o un peligro, lo detiene inmediatamente. Al llegar al aparcamiento, el conductor deja el vehículo en una zona designada y utiliza la aplicación FordPass para iniciar el guiado automático hasta una plaza de aparcamiento libre.
Cuando el coche está aparcado, también podría convertirse en un punto de entrega de paquetes personal, con empresas de reparto que acceden al vehículo para dejar paquetes en el maletero. En el futuro, podrían desarrollarse más servicios conectados para ofrecer más comodidad y ventajas al cliente.
Los conductores utilizan la aplicación FordPass para solicitar la devolución del vehículo a la zona designada, lo que agiliza la experiencia de recogida y permite al conductor y a los pasajeros entrar cómodamente en el vehículo. Así se evitan las largas caminatas por aparcamientos de gran tamaño o el problema potencial de intentar encontrar el vehículo de nuevo.
La solución puede desplegarse mediante la instalación de sensores en aparcamientos ya establecidos o con una infraestructura integrada prevista en la construcción de nuevos aparcamientos que permita un diseño optimizado para obtener la máxima capacidad.
Sería adecuada para los vehículos que ya circulan y que disponen de transmisión automática, Control de Estabilidad Electrónico, freno de mano eléctrico y dirección asistida. Todo lo que el vehículo requiere adicionalmente es una unidad de comunicación inteligente para el aparcamiento automatizado.
Esto se produce después de que Ford anunciara el 4 de agosto de 2021 la apertura del Detroit Smart Parking Lab (DSPL) el mes que viene; una instalación única que ofrece un entorno físico para probar tecnologías avanzadas de aparcamiento, logística y carga de vehículos eléctricos. Estará abierto a la colaboración con pioneros en estas áreas para simular escenarios del mundo real.