Fortnite: el juego de moda y sus ciber-riesgosEscrito por Redacción TNI el 03/09/2018 a las 23:28:275620
Siempre llueve sobre mojado. Los sueños de Julio Verne se hicieron realidad en el siglo XX en forma de submarinos y viajes a la luna. Lo mismo ocurrió con las películas y novelas de ciencia ficción de los 80 y los 90, que ya son realidades a día de hoy. Pero, lo inquietante es que gran parte de la ciencia ficción actual también se hará realidad tarde o temprano.
Es el caso de la última súper producción de Steven Spielberg, “Ready Player One”, que a su vez es una novela escrita por Ernest Cline. Según el libreto, en un futuro más o menos próximo la totalidad de la humanidad vivirá dos vidas paralelas: una offline y otra online, gracias a un videojuego basado en la realidad virtual.
Pero, si eso es ciencia ficción, ¿entonces qué es Fortnite? El último juego de moda al que se conectan durante horas al día buena parte de los niños y adolescentes de todo el planeta es simplemente un paso (o varios) previo a una realidad virtual
En vez de quedar con sus amigos a tomar una merienda, los chavales se conectan a la vez y quedan en algún lugar del mapa de Fortnite para combatir juntos.
Perfiles falsos con malas intenciones
Esta nueva forma de socializar entraña una serie de riesgos que muchos padres, al no haberla conocido durante su adolescencia, desconocen. Al igual que pasaba en la película de Steven Spielberg, cuando conoces a una persona en el mundo virtual de Oasis, no sabes quién está detrás de su avatar.
En Fortnite, pasa exactamente lo mismo. Es muy importante concienciar a los niños y adolescentes de que es extremadamente peligroso hacer nuevos amigos en este videojuego social, ya que es muy fácil para un pedófilo esconderse bajo un avatar.
Una de las funciones de Fortnite que más gusta a los chavales es que se puede conversar y chatear con otros jugadores en tiempo real. Sin embargo, el hecho de que el chat de texto no se pueda bloquear es un riesgo extra, ya que cualquiera puede comenzar una conversación con un total desconocido sin que sus padres sean conscientes de que lo está haciendo.
Sin ir más lejos, hace unos días una madre británica interceptó una conversación con su hijo de 12 años en la que un presunto pederasta le estaba ofreciendo 50 libras a cambio de realizar actos sexuales mientras jugaba.
“Los padres de la era digital debemos entender cómo se entretienen nuestros hijos en las plataformas digitales. Por ello, es imprescindible que juguemos con ellos y comprendamos los entornos en los que se mueven, al igual que hacemos con ellos en ‘la vida real’. Esta es la mejor manera de ayudarles a convertirse en personas autónomas y maduras en ‘el mundo digital’”, destaca Hervé Lambert, Global Consumer Product Manager de Panda Security.
Cuidado con la descarga de la app
Tanto Google como Apple usan medidas de seguridad en sus plataformas de descarga de apps para minimizar la existencia de aplicaciones con software malicioso. De esta manera, es prácticamente imposible encontrar apps con malware en App Store y poco frecuente en Play Store.
Sin embargo, los creadores de Fortnite se han saltado a Google y la su aplicación no se puede descargar desde la Play Store. Para los usuarios de Android, el juego solo se puede obtener desde la web de Epic Games.
Esto puede ser un problema, pues aunque es presumible que los desarrolladores de la app lucharán contra el cibercrimen desde su plataforma, la realidad es que para los hackers es más fácil vulnerar la web de un desarrollador que la Play Store. Además, el hecho de que la app no se pueda encontrar en la tienda de Google supone que los ciberdelincuentes puedan crear webs de phishing en las que emulen ser el sitio de Epic Games para que los usuarios se descarguen falsos Fortnite en los que introduzcan código malicioso o algún tipo de ransomware con el que secuestrar sus móviles.
¿En qué consiste Fortnite?
Si no lo conoces aún, el juego es un campo de batalla virtual en el que se pueden conectar hasta 100 jugadores que compiten por ser el único superviviente del combate. Durante la partida, los integrantes pueden construir estructuras para defenderse o para crear estrategias con las que atacar a los ‘enemigos’. Cuando el jugador es abatido por otro usuario, puede ver cómo acaba la partida o comenzar una nueva.
Todo ello hace que el juego sea especialmente atractivo entre los niños que pueden pasar muchas horas delante de la pantalla jugando o viendo cómo juegan otros usuarios. De hecho ya se han detectado problemas de adicción en niños en otros países como Estados Unidos y Reino Unido.
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