La arquitectura ARM busca hacerse un hueco en el terreno de los ordenadores, empezando con los portátiles, tras conquistar sin dilaciones el ámbito de los dispositivos móviles como smartphones y tablets de la mano de firmas como MediaTek y Qualcomm.
El principal feudo de los ordenadores equipados con procesadores ARM es el de los portátiles, concretamente el de los ultraportátiles gracias a las ventajas inherentes a la arquitectura respecto a la x86-64, como son la menor refrigeración necesaria, y su menor consumo energético, lo que redunda en más horas de autonomía o la necesidad de una batería de menor tamaño para igualar la autonomía de un sistema x86, lo que a su vez resulta en un menor peso del equipo.
A nivel de software, Google ha sido el principal valedor de esta arquitectura gracias a Chrome OS, un sistema operativo basado en GNU/Linux y que tiene al navegador web Chrome como principal protagonista. Microsoft también dispone de una versión de su WIndows para la arquitectura ARM, aunque todo hay que decirlo, ha tenido mucha menos difusión que su equivalente para la arquitectura x86-64.
Todo esto, en el ecosistema PC, pero Apple se merece un punto y aparte ya que ha migrado todo su ecosistema desde la arquitectura x86-64 a la ARM, con chips fabricados a partir de especificaciones propias, que poco o nada tienen que envidiar en prestaciones a la mayoría de las creaciones de Intel o AMD. Evidentemente, el macOS también corre de forma nativa sobre estos nuevos procesadores.
Volviendo al campo de los PC, en lo que respecta al hardware tenemos equipos como el Dell Inspiron 14, o el Lenovo ThinkPad x13s, que montan los procesadores ARM más potentes apoyados por Windows, pero su número de ventas todavía es minúsculo comparado con los equipos x86-64.
Buena parte de ello es debido a que, por las diferencias entre arquitecturas, la disponibilidad de software para la arquitectura ARM es inferior a la de la plataforma x86-64, un problema paliado en el ecosistema de Apple, pero que ni Windows, ni incluso GNU/Linux, han logrado resolver, al menos no completamente.
Todo este resumen previo de la situación es para llegar a una conclusión: con el lanzamiento de Google Chrome para Windows en ARM, y siendo el de la firma del buscador, el browser más utilizado actualmente por los internautas (incluso para el trabajo ofimático offline, gracias a las funcionalidades de la suite de la misma Google), puede ser que los consumidores miren con otros ojos a los ordenadores con chips ARM equipados con Windows, permitiendo ensanchar con ello su mercado.
El anuncio de Google especifica la compatibilidad de Chrome para Windows en ARM con los procesadores Snapdragon de Qualcomm (literalmente, tilda el desarrollo de “esponsorizado” por esta firma de semiconductores), un movimiento de exclusividad que la fabricante de chips puede haber buscado expresamente para lastrar la futura entrada de MediaTek en el campo de los chips para ordenadores portátiles con Windows, ya que esta última fabricante se perfila como su principal rival, ya presente en el ecosistema de Chrome OS.
Google también ha dotado de fuerza a este lanzamiento al hacerlo compatible con las extensiones que dotan de mayor potencial a Chrome.